CIUDAD DEL VATICANO, 11 octubre 2001 (ZENIT.org).- El cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado del Vaticano, tomó la palabra en el Sínodo este jueves para recordar a los obispos presentes que no pueden pedir lo imposible a los exponentes de la Curia romana, hombres como todos, con virtudes y límites.
La intervención del brazo derecho del Papa en la guía de la Santa Sede se convirtió de este modo en un sentido llamamiento a que esta asamblea, que reúne a más de 200 cardenales y obispos durante casi todo octubre, sea «el Sínodo de la unidad».
Sodano, que el próximo mes cumplirá 74 años, afirmó: «A los hermanos que trabajan en las diócesis quisiera pedirles que no nos exigieran cosas imposibles a los que trabajamos en la Curia. Todos somos limitados».
«Las contraposiciones no sirven para nada», añadió y recordó en latín las palabras del apóstol: «Los unos llevad el peso de los otros».
«Que éste sea el espíritu de nuestro común trabajo –siguió diciendo–, animado por el mismo fuego de caridad que Cristo ha infundido en nuestros corazones».
El purpurado italiano aseguró que los 25 obispos que dirigen los siguientes organismos de la Curia, procedentes de todos los continentes, quieren trabajar con este espíritu.
«Al inicio del tercer milenio cristiano –deseó–, el Colegio episcopal se presentará de esta forma ante el mundo, como se presentaba el Colegio de los apóstoles en el Cenáculo, y dará intenso testimonio de ser verdaderamente «un solo corazón y una sola alma»».
«Que sea éste el Sínodo de la unidad», concluyó.