NUEVA YORK, 15 octubre 2001 (ZENIT.org).- El fundador de la «United Religions Initiative» (Iniciativa de las Religiones Unidas), un movimiento que pretende convertirse en la voz religiosa dominante en las Naciones Unidas, acusó a la religión de los atentados terroristas del 11 de septiembre.

Según informa el Catholic Family & Human Rights Institute [C-FAM ], en una reunión que tuvo lugar el pasado miércoles en el Centro Eclesial de las Naciones Unidas, el obispo episcopaliano de San Francisco, William E. Swing, afirmó que los secuestradores no mantienen una versión corrompida del Islam porque las religiones --todas las religiones-- son culpables de difundir el terrorismo.

«Hay demasiado terror y violencia en buena parte de la Escritura. Hay que ser críticos sobre esto. Tenemos que mantener que las religiones alimentan el fuego de la violencia y el terror dentro de ellas --dijo Swing--. Las naciones del mundo se han encontrado cada día, durante los últimos cincuenta años, mientras que las religiones del mundo no lo han hecho. ¿Quién es mas moral, las naciones del mundo o las religiones del mundo?».

URI pretende crear un órgano permanente de embajadores religiosos --una organización paralela a Naciones Unidas--, dedicado al problema de «los fundamentalistas en nuestros propios grupos». Swing proclamó que, tras los ataques terroristas, «ha llegado un nuevo día para la actividad interreligiosa en Estados Unidos».

No fue el único de los participantes en el encuentro que criticó a las religiones. Uno de ellos dijo: «El problema es la religión, el entero concepto de religión que exige conformidad. La verdad es diferente para cada individuo».

Otro afirmó: «Todas las religiones tienen aspectos fanáticos y nosotros debemos borrar estos aspectos de la Escritura».

Otro sin embargo añadió que «las causas subyacentes son económicas. Deseamos más petróleo y coches más grandes».

Swing se mostró de acuerdo diciendo repetidas veces: «Debemos afrontar la brecha que está en la raíz de los atentados terroristas, cerrando el abismo entre los que tienen y los que no tienen». Uno de los participantes propuso buscar el modo de «tener un diálogo de corazón a corazón con los terroristas».

Giandomenico Picco, ex subsecretario general de Naciones Unidas, relató sus experiencias tratando con terroristas en Líbano y Afganistán. Picco se mostró cada vez más indignado por los comentarios de Swing y de los otros participantes.

Afirmó Picco que los terroristas han realizado «un secuestro del Islam, un secuestro de ideas». Y añadió que «la responsabilidad colectiva es una estupidez. O la responsabilidad de las acciones es individual o no hay responsabilidad. Echar la culpa a las instituciones, a las religiones o a la economía, permite a los individuos seguir adelante con el asesinato».

Según Picco, la «brecha» real a la que se refirió Swing no es entre ricos y pobres sino entre «quienes desean matar a gente inocente y quienes no desean matar a gente inocente».

Picco, que es el repesentante personal del secretario general de la ONU para el Año del Diálogo entre Civilizaciones, advirtió que el diálogo con los terroristas a menudo acaba en muerte.

URI fue fundada en 1995 y es activa en 58 países. Además de protestantes y católicos desafectos, entre sus miembros se incluyen brujos, druidas y miembros de los movimientos New Age. El mismo Swing es hostil a las confesiones tradicionales, afirmando en una ocasión que «el proselitismo debería ser ilegal en la zona de las Religiones Unidas», la iniciativa que quiere sacar adelante.

La Santa Sede ha condenado a URI por sincretismo, es decir la mezcla de elementos de diversas religiones.