CIUDAD DEL VATICANO, 16 octubre 2001 (ZENIT.org).- Juan Pablo II celebró este martes los 23 años de su elección como obispo de Roma sin fiestas particulares, cumpliendo como suele hacer en sus días de fiesta personal con una apretada agenda.
Las actividades del Sínodo de los obispos se vieron simplemente alteradas por un sonoro aplauso que conmovió al pontífice. El encargado de expresar la felicitación en nombre de la asamblea fue el cardenal de Costa de Marfil, Bernard Agré, presidente de turno. Pronuncio su auspicio en latín: «ad multos annos», que podría traducirse por el familiar «que cumplas muchos más».
A sus 81 años, a pesar de los efectos del atentado de 1981 y de las operaciones sufridas (extracción de un tumor en 1992, fractura del fémur 1994, apendicitis 1996), Juan Pablo II sigue haciendo proyectos.
Al regresar de Kazajstán y Armenia, el pasado 27 de septiembre, los sesenta periodistas que acompañaban al pontífice pudieron pasar unos momentos con él para estrecharle la mano y sacarse unas fotos con él en el mismo avión, al regresar de una maratónica visita por las ex Repúblicas soviéticas con bruscos cambios de horario y de temperatura y con cinco o seis eventos públicos por día.
La enviada del «New York Times» constataba al día siguiente en las páginas del diario que, si bien los periodistas durante su estancia en Armenia habían elucubrado sobre el extremo cansancio del Papa, en esos momentos demostró que mantiene su agudeza de espíritu y su buen humor, pasando del francés, al inglés, del español al italiano con espontaneidad.
El próximo mes de agosto tiene una cita que espera con impaciencia desde agosto del año 2000: la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud en Toronto (Canadá).
Los corresponsales en el Vaticano prevén para el año 2002 otros viajes que todavía no están en su agenda oficial: el mes de mayo debería visitar Bulgaria. Otras metas podrían ser nuevas Repúblicas ex soviéticas (tanto ortodoxas como islámicas) e incluso un nuevo viaje a Polonia.
Al Papa no le gusta hablar de records, pero estos 23 años conforman un pontificado con números sin precedentes. El Papa Wojtyla ha recorrido 128 países, atravesando una distancia tres veces superior a la que separa a la tierra de la luna.
Ha escrito más de cien documentos de Magisterio entre encíclicas, exhortaciones, constituciones, cartas apostólicas, etc. Entre ellos se encuentra piedras angulares para las próximas décadas: como el Catecismo de la Iglesia Católica o el Código de Derecho Canónico.
Ha convocado ocho consistorios, 15 sínodos, y ha proclamado 452 santos y 1172 beatos.
Ha presidido más de mil audiencias generales a peregrinos en el Vaticano con la participación de más de 16 millones de fieles.
Además, ha realizado 138 visitas pastorales a Italia y a más de 720 parroquias o instituciones de la ciudad de Roma.