SPOKANE, 14 junio 2002 (ZENIT.org).- Cuando se espera medio millón de jóvenes para la Jornada Mundial de la Juventud en Toronto, del 22 al 28 de julio, una comunidad de siete clarisas de Spokane, Washington, esperan poder colaborar mediante el regalo de un cuarto de millón de insignias para promover las vocaciones.
En los mensajes se lee «Difunde el amor» y la dirección en Internet de la página «Catholic Cards», el mayor sito de tarjetas católicas en la red, dirigido por la hermana Patricia Proctor, de las clarisas de Spokane.
Las hermanas ofrecerán además sin ningún coste las insignias a toda organización católica reconocida que busca vocaciones.
«La Brigada de religiosas E-Button empezó como un modo de buscar publicitariamente vocaciones a nuestra comunidad, así como a las de las otras 20.000 clarisas de todo el mundo. Pero la necesidad de vocaciones religiosas es grande y así las hermanas y yo estamos de acuerdo en abrir los canales para promover todas las vocaciones religiosas católicas», explica la hermana Patricia.
Para distribuir un cuarto de millón de insignias, la Brigada E-Button, como la bautizó la hermana Patricia, trabaja desde hace meses a pleno ritmo. Para el 13 de junio, 113.436 insignias estaban listas para su distribución.
Las hermanas están buscando grupos católicos de todo el mundo que deseen llevar un lote de insignias a la Jornada Mundial de la Juventud para distribuirlas. En este momento, jóvenes de Estados Unidos, Canadá y otros 17 países han ofrecido su ayuda, pero se necesitan muchas más manos.
«Las hermanas, con la ayuda de voluntarios, empaquetarán y enviarán las insignias sin ningún coste a cualquier grupo que desee distribuirlas», explica sor Patricia.
Las organizaciones que asisten a la Jornada Mundial de la Juventud y que deseen ayudar pueden registrarse en http://www.catholic-cards.com. E-mail: srpat@calledbyjoy.com. Un enlace desde el sito conecta con la «Brigada Button-Quién es quién» donde cada país participante tiene su propia bandera y la lista de sus miembros.
Las insignias serán también distribuidas por voluntarios en iglesias, convenciones y otras reuniones católicas de todo el mundo.
«Empezamos sólo con la idea de la Jornada Mundial de la Juventud pero la respuesta ha sido impresionante por parte de gente que ¡nos ayuda a distribuirlas en todas partes!. ¡De manera que estamos yendo hacia donde el Espíritu nos lleva!. ¡Podría ser que tuviéramos que encargar todavía más insignias!», dice riéndose la hermana Patricia.