BOGOTÁ, 12 noviembre 2002 (ZENIT.org).- Las autoridades colombianas confirmaron en la tarde del lunes que monseñor Jorge Jiménez Carvajal, obispo de Zipaquirá (Colombia) y presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), fue secuestrado por las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia).
El prelado fue secuestrado en San Antonio de Aguilera, cerca de Pancho (departamento de Cundimarca, en el centro del país) , junto al párroco de esta localidad, Desiderio Orjuela. Ambos fueron interceptados por dos hombres armados con fusiles cuando se dirigían a celebrar unas confirmaciones de jóvenes.
Según el conductor del prelado, los secuestradores, vestidos de civiles, le salieron al paso en El Roblón, poco antes de llegar a San Antonio de Aguilera, y obligaron a los dos secuestrados a internarse en el monte, según relata la prensa colombiana.
Aunque el secuestro ocurrió hacia las diez de la mañana, la noticia no se conoció hasta las tres de la tarde, pues los criminales advirtieron al conductor que guardara silencio dado que el obispo y el presbítero serían liberados hacia el mediodía, cosa que no ocurrió.
El ejército ha anunciado una recompensa de cien millones de pesos a quien proporciones información que conduzca al rescate de los secuestrados. Asimismo, ha atribuido el hecho al frente Policarpa Salavarrieta de las FARC. En la zona también opera el frente 22 de la misma organización.
El presidente de la Conferencia Episcopal colombiana, el cardenal Pedro Rubiano Sáenz, ha pedido la inmediata liberación de los secuestrados, advirtiendo que los secuestradores han incurrido con su acción en una «grave pena canónica que rompe la comunión con la Iglesia Católica», lo cual implica que quedan excomulgados.
Por su parte, monseñor Augusto Castro, vicepresidente de la Conferencia Episcopal colombiana, ha hecho un llamamiento al grupo subversivo para que respete la vida de ambos clérigos «y los liberen cuanto antes, porque este secuestro es signo de una degradación más de todo este conflicto que estamos viviendo».
El alcalde de Zipaquirá también ha solicitado a los guerrilleros la liberación de monseñor Jiménez, recalcando que su labor es pastoral y de ayuda a la comunidad.
Presidente electo del CELAM de 1999 a 2003
Originario de Bucaramanga, Colombia, monseñor Jorge Jiménez Carvajal nació en 1942. De la Congregación de Jesús y María (padres Eudistas), fue ordenado sacerdote en 1967. Es obispo de Zipaquirá desde 1992.
Ha sido Secretario General de la Conferencia Episcopal de Colombia (1993-95) y Secretario General del CELAM (1995-1999).
El Papa Juan Pablo II lo designó como miembro de Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud y del Comité del Gran Jubileo del Año 2000.
En la XXVII Asamblea Ordinaria del CELAM en Quito Ecuador resultó elegido como Presidente del CELAM para un período comprendido entre 1999 y 2003.
El Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) es un organismo de la Iglesia católica que fundado en 1955 por el Papa Pío XII a petición de los obispos de América Latina y el Caribe.
El CELAM presta servicios de contacto, comunión, formación, investigación y reflexión a las 22 Conferencias Episcopales que se sitúan desde México hasta el Cabo de Hornos, incluyendo el Caribe y las Antillas.
Sus directivos son elegidos cada cuatro años por una Asamblea Ordinaria que reúne a los Presidentes de las Conferencias Episcopales ya citadas. La sede del CELAM está en la ciudad de Santafé de Bogotá, Colombia.
Los obispos, sacerdotes y fieles de América Latina han recibido un llamamiento a orar por la pronta liberación de monseñor Jorge Jiménez Carvajal y del padre Desiderio Orjuela a través de una nota distribuida por Noticelam (la agencia de noticias del CELAM).
El sufrimiento de la Iglesia en Colombia
En los últimos años, en Colombia han sido secuestrados tres obispos (Tibú, Arauca, Ariari), 12 sacerdotes, 3 religiosas y un misionero.
Han sido asesinados un arzobispo (Cali), un obispo (Arauca), 43 sacerdotes, dos religiosos y dos misioneros.
Ocho obispos, tres religiosas y doce sacerdotes han sufrido amenazas.
El secuestro de monseñor Jiménez ocurre ocho meses después del asesinato, el 16 de marzo pasado, del arzobispo de Cali, monseñor Isaías Duarte Cancino.
Publicamos a continuación el comunicado del cardenal Pedro Rubiano Sáenz, presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia
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En la mañana del 11 de noviembre, en cercanías a la Vereda de San Antonio de Aguilera (Pacho – Cundinamarca) fue secuestrado Monseñor Jorge Enrique Jiménez Carvajal, Obispo de Zipaquirá y Presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano. También con él fue secuestrado el sacerdote Desiderio Orjuela Orjuela, párroco de Pacho.
El Episcopado Colombiano rechaza enfáticamente todo secuestro, por ser atentado contra la vida, dignidad y libertad de la persona humana. Advierte a los secuestradores que han incurrido en una grave pena canónica que rompe la comunión con la Iglesia Católica. Es una ofensa a la Iglesia, en especial al Episcopado Colombiano y a los Obispos de América Latina.
Llamamos a los secuestradores para que recapaciten y devuelvan inmediatamente al Señor Obispo y al sacerdote plagiados.
En la oración pedimos a Dios que los proteja y mueva el corazón de sus captores para que se conviertan de este crimen. Una vez más insistimos que la paz se construye por el camino de la reconciliación y del respeto a la vida y a la libertad.
Bogotá, 11 de noviembre de 2002.
+ Pedro Card. Rubiano Sáenz.
Arzobispo de Bogotá
Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia