Los niños y la Eucaristía: historia de amor que necesita ayuda al inicio

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Según la responsable de la Reparación Infantil Eucarística

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MADRID, 7 abril 2003 (ZENIT.org).- La relación de los niños y adolescentes con Jesús en el sacramento de la Eucaristía, cuando es adecuadamente promovida, constituye una auténtica sorpresa para los adultos, constata la responsable de la Reparación Infantil Eucarística (Rie) en España.

La Unión Eucarística Reparadora, que nació en 1910 en España entre mujeres, pero a la que más tarde se incorporaron grupos de hombres, jóvenes y niños, fue fundada por el obispo Manuel González García, proclamado beato por Juan Pablo II en 2001.

La hermana María Emilia Samit, responsable de la Rie en España, constata: «da gusto ver a niños de entre 8 y 13 años rezando de rodillas ante el Sagrario. No todos están igual de maduros para la oración continúa por esto se utilizan distintos recursos para ir introduciéndolos en ella poco a poco».

Los grupos de niños reparadores se forman preferentemente en las parroquias pues la intención es que los niños participen en la vida parroquial. «No se trata de hacer un trabajo paralelo al de la parroquia sino de atender a sus necesidades», aclara la religiosa. De hecho, muchos son monaguillos.

Los niños que forman parte de la Rie se sensibilizan poco a poco en la idea de que pese a que «Jesús Eucaristía está vivo, en muchos lugares nadie lo visita».

La hermana María Emilia está convencida al mismo tiempo de que «al darle la espalda d Dios nos hemos olvidado de los hermanos. El más eucarístico es después el más solidario, pero el que es solidario sin ser eucarístico carece de una dimensión».

La Rie se apoya en dos pilares, la oración y la formación. Poco a poco se introduce a los niños en la oración, sobre todo a través del Evangelio, y ante la presencia del Sagrario, porque según el beato Manuel González, al explicar el Evangelio a la luz de la lámpara del Sagrario se ora «ante el que es el Evangelio vivo».

Para las reuniones de formación los niños pueden reunirse en un local parroquial o al aire libre, pero para orar debe quedar claro que el sitio es «donde está Jesús vivo».

Mónica María Yuan, colaboradora de la Rie, dice que «sin quitar otras presencias como la Naturaleza o la familia, el carisma de la Rie es que los niños encuentren siempre un tiempo para hablar con Jesús presente en la Eucaristía, en el Sagrario».

Por eso, «en los campamentos siempre tenemos una tienda para el Santísimo», continúa la hermana Mónica. Según ella, «los niños tienen una sensibilidad religiosa en ocasiones más desarrollada que la de los adultos; desde que se enteran que Jesús es un amigo que los quiere, es muy fácil».

Mónica Yuan recuerda que la frase evangélica de Jesús no dice «acercadme a los niños» sino «dejad que los niños se acerquen a mí, porque ellos solos, sin que se los obliguen, van a Jesús una vez que lo descubren».

La hermana desmiente un tópico: «no es verdad que los niños no sean capaces de hacer silencio; no se les puede pedir una hora, pero en las oraciones de gratitud y de petición se dirigen a Jesús con más confianza e inocencia de las que son capaces muchos adultos que aguantarían tres horas frente al Sagrario, no siempre con auténtica fe».

El beato Manuel González García, fundador de la Rie, «estaba enamorado de los niños, esto y su gran amor a la Eucaristía» eran según la hermana Mónica, características sobresalientes en él. La Rie ha adoptado como lema una frase de su fundador «Que no haya Eucaristía si niños ni niños sin Eucaristía».

El beato decía que los niños y la Eucaristía «son como enamorados que hay que poner en contacto y que luego se entienden».

La Rie edita una revista con 10 números anuales que tiene más de 2000 suscriptores. Según la hermana María Emilia son muchos más los niños que tiene la Rie pero «los niños son muy listos, en los grupos a lo mejor uno sólo se suscribe a la revista, y luego se la van pasando».

Los niños participan enviando cartas, dibujos y fotos de sus encuentros con la Rie. Una de las secciones de la revista «Don Profe» enseña la Biblia a los niños; a través de otra «Aprendemos a orar», se introduce a los niños en la oración; en otra «Hablemos de Jesús» se muestra su figura en el Evangelio; etc. El eje temático de este año gira en torno a las Bienaventuranzas, en cada número se trata un aspecto relacionado con ellas.

La Rie ya prepara su campamento de verano, que este año será en Cáceres.

Son siempre «campamentos aventura», en los que se intenta trasmitir que el cristianismo «no es sólo rezar, sino una cosa integral que tiene que ver con todas las cosas de la vida».

Más información: http://www.uner.org.

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ZENIT Staff

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