Misa según el Rito de San Pío V celebrada por el cardenal Castrillón en Roma

Es la primera vez desde 1970 que se oficia una liturgia de este tipo en una basílica romana

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ROMA, 25 mayo 2003 (ZENIT.org).- Por primera vez en tres décadas, un cardenal celebró este sábado en Roma una misa según el así llamado Rito de San Pío V, en latín y mirando a oriente (de espaldas al pueblo), precedente al de la reforma litúrgica traída por el Concilio Vaticano II.

Con este gesto, según había explicado en las vísperas el celebrante, el cardenal Darío Castrillón Hoyos, prefecto de la Congregación vaticana para el Clero y presidente de la Comisión Pontificia «Ecclesia Dei», ha respondido a peticiones de fieles provenientes, que se avalen del indulto para la celebración de la misa según ese rito y que quieren honrar a Juan Pablo II con motivo de sus 25 años de pontificado.

«El antiguo rito romano conserva el derecho de ciudadanía dentro de la Iglesia y no se puede considerar extinguido», afirmó el cardenal Castrillón en el sermón, única parte de la misa que no se pronunció en latín.

Para el purpurado, «lo que une a la diversidad de ritos es la misma fe en el misterio eucarístico».

El purpurado leyó un comunicado del cardenal Secretario de Estado, Angelo Sodano, con el que hacía llegar la bendición del Papa para todos los presentes.

La solemne celebración preconciliar contó con la asistencia de cinco cardenales, los norteamericanos Bernard F. Law (arzobispo emérito de Boston) y William W. Baum (penitenciario mayor emérito); el chileno Jorge Arturo Medina Estévez, prefecto emérito de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos; el austríaco Alfons Maria Stickler, archivista y bibliotecario emérito de la Santa Romana Iglesia; y el malgache Armand Gaétan Razafindratandra, arzobispo emérito de Antananarivo.

También estaba presente el arzobispo español Julián Herranz, presidente del Consejo Pontificio para la Interpretación de los Textos Legislativos.

Entre los asistentes había grupos tradicionalistas de Inglaterra, Estados Unidos, Francia, Alemania, Suiza, Italia y Australia.

Para ellos, el hecho de poder celebrar en este rito «es un gran gozo y un gesto que podría significar que el Vaticano oye nuestras peticiones», según declararon al corresponsal de Zenit, manifestando su emoción con sonrisas y lágrimas.

Algunos no ahorraban duras críticas a la Iglesia católica en general, a la que consideraban de «decadente por haber pactado con la modernidad».

La misa, que fue precedida por la oración del Rosario (en el año dedicado a esta práctica por el Papa), se celebraba significativamente en el día de la fiesta de María Auxilio de los Cristianos. Fue el Papa Pío V (cuyo pontificado tuvo lugar entre 1566 y 1572), quien en recuerdo de la intercesión de María contra los turcos en la Batalla de Lepanto insertó en las letanías la invocación de «Auxilium Christianorum».

Sus restos descansan precisamente en la basílica patriarcal de Santa María la Mayor de Roma, motivo por el cual fue escogido este templo.

Los grupos que hoy día celebran la misa según el rito anterior al Concilio (es erróneo decir la «misa en latín», pues ésta es comprendida y promovida por la reforma conciliar) constituyen una galaxia.

Por una parte está la Fraternidad de San Pío X, fundada por el fallecido arzobispo Marcel Lefebvre, guiada por los cuatro obispos que ordenó ilegítimamente en 1988. Cuenta con 448 sacerdotes, 167 seminaristas y varios hermanos, religiosas y oblatas en 38 países.

Celebran también según este rito otros grupos surgidos de la Comisión Pontificia «Ecclesia Dei», creada por Juan Pablo II para acoger a los fieles apegados al antiguo misal que quieran mantener el rito en comunión plena con el obispo de Roma.

Se trata de unas veinte instituciones, la más conocida es la Fraternidad de San Pedro, nacida en 1988, presente en Estados Unidos y Europa con unos cien sacerdotes.

En Gricigliano (arquidiócesis de Florencia, Italia) tiene su sede el Instituto Cristo Rey Sumo Sacerdote, reconocido como instituto de vida apostólica desde 1990.

Ora realidad es la administración apostólica de San Juan María Vianney, entidad brasileña, surgida del cisma de monseñor Lefebvre, que recuperó la comunión plena con Roma en enero de 2002.

Hay además grupos «tradicionalistas» que no están en comunión plena con el obispo de Roma, pero que tampoco se reconocen en la Fraternidad de San Pío X. Por ejemplo, en el canon de la misa, no citan al Papa actual.

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ZENIT Staff

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