CIUDAD DEL VATICANO, 3 junio 2003 (ZENIT.org).- El presidente de Serbia y Montenegro, Svetozar Marovic, invitó este martes a Juan Pablo II a visitar su Federación, que sustituyó a la antigua Yugoslavia, y le pidió su apoyo para acelerar su integración en la Unión Europea.
Así lo confirmó en un encuentro con la prensa el mismo Marovic, quien fue recibido además por el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado vaticano.
El presidente de Serbia y Montenegro subrayó ante los periodistas la importancia del diálogo ecuménico para el futuro de toda Europa, conclusión a la que ha llegado asimismo el intercambio de visitas que ha tenido lugar el último año entre delegaciones de la Santa Sede y de la Iglesia serbia ortodoxa.
Marovic guía desde el pasado mes de marzo la unión de los dos Estados, sancionada en febrero de este año, según los acuerdos de marzo de 2002, que frenaron los impulsos secesionistas de Montenegro.
El nuevo Estado de Serbia y Montenegro, de 10 millones y medio de habitantes, ha sustituido a la República Federal de Yugoslavia, surgida tras la disolución de la Federación con la independencia de Eslovenia, Croacia, Bosnia-Herzegovina y Macedonia (el nombre oficial de esta última es Antigua República Yugoslava de Macedonia).
Se alcanzó también un acuerdo para convocar un referéndum en cada República en tres años sobre una plena independencia.