El Real Madrid, que acudió a la catedral de la Almudena encabezado por la Junta Directiva del Club y el Cuerpo técnico, hizo una ofrenda floral a la Virgen.

Cada uno de los jugadores recibió como obsequio un Rosario, bendecido por Juan Pablo II en su última visita a España, del que hizo entrega el deán de la catedral, Antonio Astilleros.

El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez dijo que «la práctica deportiva entraña grandes valores humanos» y que la catedral de la Almudena era un escenario apropiado «para proclamar esa otra dimensión del fútbol».

Explicó además que el Club blanco que preside era consciente de «la repercusión del Real Madrid en el mundo y de cada uno de sus gestos» y manifestó que la recepción al Real Madrid «en este marco de espiritualidad, nos anima a seguir por este camino».

Finalmente Florentino Pérez dijo que esperaba, en nombre del Club, tener más «oportunidades en el futuro para renovar este encuentro».