VARSOVIA, 11 julio 2003 (ZENIT.org).- La pastoral vocacional no depende de un falso proselitismo, sino de la oración personal y el ejemplo de vida de los sacerdotes, según se desprende del encuentro anual del Servicio Europeo para las Vocaciones (SEV) celebrado del 2 al 6 de julio en Varsovia (Polonia).
En torno a «La integración de la pastoral vocacional en las estructuras pastorales ordinarias» han reflexionado unos 65 participantes, entre ellos 12 obispos responsables de la pastoral vocacional de otras tantas conferencias episcopales, así como los delegados nacionales de las oficinas y centros vocacionales europeos.
En sus intervenciones, el padre Amadeo Cencini –profesor de la Pontificia Universidad Gregoriana, psicólogo y formador de religiosos– mostró los aspectos esenciales de una renovada pastoral vocacional, subrayando que una estrategia pastoral que no comprende la dimensión vocacional, no es de hecho una pastoral y por lo tanto no puede ser eficaz.
«Para que en Europa exista un futuro en cuanto a una cifra suficiente de consagrados y sacerdotes –actualmente son 208.659–, es importante que la pastoral vocacional esté estrechamente integrada en el programa de la nueva evangelización», constató el delegado de los obispos polacos, monseñor Stefan Regmunt.
Conscientes de que cada miembro de la Iglesia tiene una llamada y de que es tarea de la pastoral ayudar a descubrir el lugar de cada uno en la Iglesia, los participantes en el congreso se ocuparon de vocaciones de todos los tipos.
Fue el cardenal Jozef Glemp, primado de Polonia y arzobispo de Varsovia, quien constató que existen diferentes factores que llevan a nuevas vocaciones, pero que el motivo fundamental es un misterio que «se esconde en la oración individual y familiar, así como en el estilo de vida de los sacerdotes».
En la peregrinación realizada el penúltimo día al santuario mariano de Czestochowa, el cardenal Zenon Grocholewski –prefecto de la Congregación para la Educación Católica– presidió la Santa Misa e hizo referencia a la reciente encíclica de Juan Pablo II, «Ecclesia de Eucharistia», afirmando que la eucaristía es «la cumbre y la fuente de la pastoral vocacional».
En el curso de esta conferencia anual, el delegado irlandés, el padre Kevin Doran, fue elegido coordinador del SEV por tres años. Sustituye a monseñor Rainer Birkenmaier, de Alemania. La próxima reunión se celebrará en 2004 en Estrasburgo.
El SEV es una federación de los servicios vocacionales nacionales de Europa vinculada al Consejo de las Conferencias Episcopales Europeas (CCEE).