El deber de los cristianos en Tierra Santa: educar en la paz

Según Sobhy Makhoul, secretario del Exarcado maronita

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MADRID, 3 diciembre 2003 (ZENIT.orgVeritas).- Sobhy Makhoul, secretario del Exarcado maronita y miembro del Comité central del sínodo de la Iglesia católica de Tierra Santa, se encuentra estos días en España para hablar de la situación de los cristianos de Tierra Santa y presentar la Asociación Obras de la Fe.

El objeto de dicha asociación es conseguir medios de subsistencia para los cristianos, que vivían principalmente del turismo vendiendo objetos religiosos artesanales y que, con la segunda Intifada y el consiguiente recrudecimiento del conflicto entre judíos y palestinos, han visto reducidos sus ingresos por turismo a la nada.

Nacido en Akko (Galilea) hace 46 años, casado y padre de dos hijos, es de religión cristiana católica de rito maronita, árabe y palestino. Experto en teología y ciencias bíblicas, vive desde hace muchos años en Jerusalén, donde ha sido profesor del «Notre Dame of Jerusalen Center».

Si bien vive en primera persona la dramática situación de una tierra ensangrentada, al mismo tiempo, está activamente empeñado en obras sociales y educativas al servicio de la paz.

En su opinión, los cristianos de Tierra Santa están llamados a jugar un papel decisivo para el perdón y la paz en el conflicto entre israelíes y palestinos. En esta entrevista apunta a la «educación para la paz» como primera emergencia.

–El Papa sigue haciendo llamamientos en favor de la paz en Tierra Santa…

–Sobhy Makhoul: Sí, el Santo Padre comparte nuestra situación; y la Iglesia de Tierra Santa debe acoger y anunciar esta invitación con caridad y sinceridad,
sin miedo.

Hay que ser muy claros a la hora de decir que la violencia sólo trae violencia.

–¿Qué sentido tiene esta guerra?

–Sobhy Makhoul: Es un conflicto por la tierra. Los dos pueblos pretenden la propiedad de una tierra, que para unos, es la «tierra prometida»; y para otros, la tierra por la que paso Mahoma. Se debe encontrar una solución justa.

–¿Cuál cree que puede ser la contribución de los cristianos de Tierra Santa en el conflicto palestino-israelí?

–Sobhy Makhoul: La Iglesia de Tierra Santa puede representar un puente entre judíos y musulmanes por una sencilla razón: el cristiano, más que el judío o el musulmán, cree en el perdón, en la gratuidad del perdón que ha conocido en la persona de Jesucristo. No es una cuestión de piedad, sino de tener una posición que crea una mentalidad nueva.

El papel del cristiano es dar testimonio con su vida del valor del perdón para crear un ambiente de tolerancia. Para conseguir la paz es necesaria la justicia; para conseguir la justicia es necesario el perdón. Los que pueden dar testimonio de esto son precisamente los cristianos de Tierra Santa.

–¿Dónde puede estar la clave para la reconciliación?

–Sobhy Makhoul: En aceptar a los demás como son. Es un deber de las dos partes aceptarse recíprocamente: los judíos deben aceptar que hay un pueblo palestino con su historia y su tradición, con el derecho a vivir en un Estado. Ningún motivo o justificación bíblica, nacionalista o de seguridad puede negar a los palestinos este derecho. Mientras haya un niño palestino vivo habrá siempre alguien que reclame este derecho.

Por otra parte, los palestinos no tienen derecho a negar la existencia del estado israelí. También los judíos tienen derecho a su patria después de muchos siglos de diáspora.

–En su opinión ¿Cuál es la tarea más apremiante para llegar a la paz?

–Sobhy Makhoul: La principal tarea es la educación. Los niños de ambas partes que crecen en un clima de violencia, en esta como en cualquier otra guerra, aprenden que ese es el único modo de afrontar la realidad. Hay que romper este círculo vicioso. El papel educativo de los cristianos es importante. En muchas de nuestras escuelas católicas privadas hay muchos musulmanes. Y la tarea es educar en la paz. Los que las dirigen deben tomar conciencia de ello. Y la tarea de los cristianos es asumir esta responsabilidad allí donde viven. Antes de ser liberados de la ocupación debemos ser liberados desde dentro por Aquel que nos ha liberado de la esclavitud con su resurrección. Es preciso cambiar de mentalidad.

–¿Cree que la paz es posible?

–Sobhy Makhoul: Estos días, he venido a España para hablar de la situación en Tierra Santa. Para hablar de la esperanza que tenemos en una paz duradera y justa entre el pueblo palestino y el pueblo israelí. La paz es un proceso diario de educación, una elección libre de cada hombre de buena voluntad.

Personalmente, creo que la paz es posible, pero no por nuestros méritos. Es algo que hay que pedir con fe. Estoy seguro que cuando llegue será un milagro,
pero yo creo en los milagros. Cómo y cuándo será, sólo Dios lo sabe.

–¿Cuál es la situación de los cristianos de Belén?

–Sobhy Makhoul: La mayor parte de los cristianos de la provincia de Belén trabajaba en el turismo y en la organización de las peregrinaciones que son la espina dorsal de la economía de esta tierra. Desde que en el año 2000 comenzó la actual intifada, la presencia de los peregrinos ha disminuido en un 95%, lo que significa que muchos se han quedado sin trabajo y que no hay nadie que adquiera los productos de los artesanos cristianos.

–¿Qué pretende la Asociación Obras de la Fe?

–Sobhy Makhoul: La experiencia del pasado nos ha ayudado a entendernos a nosotros mismos y a mirar de forma distinta nuestras dificultades. La forma en que se han realizado las ayudas en el pasado ha sido una maldición educativa para muchas personas: recibir dinero y material sin tener que entregar nada a cambio ha habituado a la gente al asistencialismo, ha producido una corrupción moral y es un método que hace daño a quien lo recibe porque le hace dependiente y le quita la libertad. No es culpa del que da, sino carencia de quien recibe.

Con esta iniciativa queremos educarnos en el respeto del trabajo humano, en la dignidad humana, en la amistad, la cooperación y la gratuidad. Nuestra gente quiere cambiar, desea vivir como hombres dignos de su humanidad y decididos defensores de su pertenencia religiosa, quiere liberarse del tabú de ser «minoría».

Obras de la Fe ha conseguido que 250 familias, gracias a su trabajo, tengan un medio de subsistencia.

–¿Cómo pueden ayudar los católicos del resto del mundo?

–Sobhy Makhoul: Ante todo, rezar; y después comprar, comprar y comprar belenes…

Para más información sobre «Obras de la fe» puede enviar un mensaje de correo electrónico a sobperec@shabaka.net o visitar la página web http://www.cdo.es/ObrasFe/ObrasdeFe.htm

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ZENIT Staff

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