SEÚL, miércoles, 16 junio 2004 (ZENIT.org).-
Educación católica, atención a los niños y apoyo a los padres que trabajan son los puntos principales de un proyecto que ha hecho público la Conferencia Episcopal sur-coreana (CBCK) que refleja el compromiso de la Iglesia en el campo educativo y social.
El consejo episcopal de la archidiócesis de Seúl ha decidido sostener parte de los costes relativos a la instalación de estructuras para el cuidado de niños en los locales de las parroquias a fin de contribuir a una educación cristiana de la infancia, ayudando a las parejas que trabajan a ocuparse de los hijos.
«La decisión refleja la preocupación de la archidiócesis por las familias y los padres que trabajan. Si la Iglesia quiere anima a los padres a tener más hijos, debe antes afrontar las dificultades reales que ellos enfrentan para educar a sus hijos», declaró una fuente de la archidiócesis, según cita «AsiaNews».
El canciller de la archidiócesis, el padre Thomas Aquinas Choi Chang-hwa, expresó la esperanza de que este proyecto contribuya también a ofrecer «una educación de calidad a los niños de la comunidad local».
La caída de la natalidad ha afectado a Corea del Sur, donde los cambios sociales ligados a la emancipación femenina y al bienestar económico que ha aumentado el costo de la vida empujan a las parejas a tener menos hijos por problemas económicos y laborales.
De hecho, una reciente estadística del Instituto coreano de salud y asuntos sociales revela que Corea del Sur tiene la tasa de natalidad más baja del mundo. Como media, cada mujer tiene 1,17 hijos, cifra muy inferior al 2,3 necesario para mantener la población en el nivel actual y menor también al 1,32 de Japón, país con problemas de envejecimiento similares a los de Corea.
Precisamente en estos días, la Conferencia Episcopal sur-coreana ha publicado las estadísticas de la Iglesia católica en el país, que revelan un aumento en el número de los católicos, pero también una población de fieles cada vez mayor.