Juan Pablo II traza un balance de la visita del patriarca ecuménico Bartolomé I

Diálogo para superar los problemas entre católicos y ortodoxos, propone

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CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 4 julio 2004 (ZENIT.org).- Publicamos la intervención de Juan Pablo II antes de rezar el Ángelus este domingo a mediodía junto a varios miles de peregrinos congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano.

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1. Doy profundamente gracias a Dios por la reciente visita del patriarca ecuménico de Constantinopla, Su Santidad Bartolomé I, que en los días pasados tuve la alegría de hospedar en el Vaticano, junto a su cualificado séquito. Celebramos juntos la fiesta de los santos apóstoles Pedro y Pablo, conmemorando el histórico encuentro entre nuestros venerados predecesores, Pablo VI y Atenágoras I, acaecido hace cuarenta años en Jerusalén.

Además, firmamos una Declaración común, que confirma y relanza el compromiso de católicos y ortodoxos al servicio de la gran causa de la comunión plena de los cristianos.

2. Reconociendo los pasos positivos dados hasta ahora y sin olvidar los obstáculos que todavía subsisten, reafirmamos la voluntad de continuar, es más, de intensificar el diálogo ecuménico, ya sea a nivel de relaciones fraternas («diálogo de la caridad») ya sea a nivel de confrontación doctrinal («diálogo de la vedad»).

Con este espíritu, hemos podido afrontar algunos problemas y malentendidos surgidos recientemente, ofreciendo un signo concreto de cómo los cristianos pueden y deben colaborar siempre, incluso cuando se dan divisiones y conflictos. Es una manera elocuente de anunciar el Evangelio de la paz en un mundo marcado desgraciadamente por desequilibrios y violencias.

Durante el encuentro emergió, además, la conciencia de que católicos y ortodoxos están llamados a trabajar juntos para que el continente europeo no olvide sus propias raíces cristianas. Sólo así Europa podrá desempeñar plenamente su papel en el diálogo entre las civilizaciones y en la promoción global de la justicia, de la solidaridad y de la salvaguarda de la creación.

3. Que Dios lleve a cumplimiento los propósitos formulados en este encuentro. Los confiamos a la intercesión materna de María santísima.

[Testo originale: Italiano]

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ZENIT Staff

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