Los católicos iraquíes conmocionados por la masacre de peregrinos musulmanes

Más de ochocientos muertos en la peor tragedia de la historia reciente de Irak

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BAGDAD, miércoles, 31 agosto 2005 (ZENIT.org).- La noticia de la masacre de al menos ochocientos peregrinos musulmanes acaecida este miércoles ha conmocionado a los católicos de Irak, según testimonia el nuncio apostólico en el país, el arzobispo Fernando Filoni.

El prelado ha manifestado la solidaridad católica, y ha asegurado a «la oración de nuestra comunidad» «por las víctimas y quienes sufren» a causa de la peor tragedia de la historia reciente de este país.

«Es una pena que una peregrinación religiosa se haya convertido en un drama para todos, pues éste debía ser uno de los primeros actos con los que los chiíes podían expresar la libertad religiosa, después de años en los que habían visto conculcada su religiosidad», añade en declaraciones a la agencia misionera AsiaNews.

La tragedia tuvo lugar con motivo de una de las principales fiestas chiíes en Irak. Según las últimas cifras del Ministerio de Interior iraquí, 841 personas murieron y 323 resultaron heridas por un avalancha de peregrinos que se dirigían a la mezquita del Imam Musa Al-Kadem, tercer santuario más sagrado para los chiíes en Bagdad, a donde peregrinan cientos de miles de fieles en estas fechas.

La catástrofe ocurrió, según los primeros indicios, cuando comenzó a circular el rumor de que había un terrorista suicida entre la muchedumbre.

Poco antes de la tragedia, siete fieles murieron y cerca de 40 resultaron heridos en un ataque con morteros contra las filas de peregrinos que avanzaban por las atestadas calles del barrio de Kadimiya, en el norte de Bagdad.

Parte de la turbamulta que cruzaba el puente quedó atrapada junto a una de las vallas, que cedió y provocó que cientos de personas cayeran al vacío y el río Tigris se poblara de cadáveres y heridos que gritaban con desespero auxilio.

Por lo que se refiere al proyecto de Constitución iraquí que se acaba de presentar y que será sometido a referéndum, el arzobispo no tiene muchas esperanzas.

«No se puede pensar que lo que hasta ayer era motivo de disputa pueda convertirse hoy en un instrumento de convivencia pacífica. Contenía problemas y contradicciones que seguirán saliendo a relucir», afirma monseñor Filoni.

Quizá la solución dependa de «la comprensión que tenga la gente de este documento –concluye–. Sólo hoy [miércoles] los periódicos han comenzado a publicar el borrador y la gente todavía tiene que hacerse una idea completa, que después podría convertirse en el referéndum en consenso.

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ZENIT Staff

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