El arzobispo de Nueva Orleans hace de Internet un punto de encuentro de desplazados

Por el huracán Katrina

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NUEVA ORLEANS, lunes, 3 octubre 2005 (ZENIT.org).- Consciente de las dificultades de comunicación entre los evacuados de Nueva Orleans –diseminados por los Estados Unidos– y su archidiócesis, el arzobispo local está haciendo de Internet un punto de encuentro e información para todos los damnificado por el huracán Katrina que arrasó la región costera meridional del país.

En una carta al mes de la catástrofe, monseñor Alfred Clifton Hughes, que comparte la condición de evacuado, invita a sus fieles de Nueva Orleans a que accedan a la web de la archidiócesis (www.archdiocese-no.org) para que tengan información actualizada.

«Incluso si no tenéis la posibilidad de acceso directo, tal vez esto sea posible a través de alguien a quien conozcáis», exhorta en su misiva, de la que se hizo altavoz el jueves la Congregación vaticana para la Evangelización de los Pueblos (www.evangelizatio.org) difundiéndola íntegramente.

Destaca en la web archidiocesana la petición a todos los feligreses actuales y anteriores de todas las parroquias de la archidiócesis de Nueva Orleans para que cumplimenten un formulario a fin de elaborar un censo de la Iglesia local. Se ruega que indiquen su situación actual y su intención de regresar a la parroquia de origen.

Ello responde a la fuerte preocupación de la archidiócesis orientada a que los feligreses tengan sus necesidades cubiertas y porque se están planificando las necesidades de los fieles y el futuro de la circunscripción eclesiástica.

«Como arzobispo de Nueva Orleans y compañero evacuado comparto vuestros sufrimientos, os mantengo en la oración y quiero serviros en vuestras necesidades», expresa monseñor Hughes en su reciente carta.

Como evacuados de la archidiócesis de Nueva Orleans, el prelado manifiesta un «gran agradecimiento» a las diócesis de acogida.

«Estoy particularmente agradecido al obispo Muench y a la diócesis de Baton Rouge por la extraordinaria manera en que han recibido a más de 200 mil habitantes de Nueva Orleans y han facilitado el desarrollo de una administración central en el exilio para la archidiócesis», escribe el prelado.

En su «Carta a los desplazados de Nueva Orleans» el arzobispo Hughes reconoce que el «huracán Katrina ha causado sufrimientos enormes en la abrumadora pérdida de vidas, de hogares, iglesias, escuelas y formas de vida».

«Nuestra primera preocupación –admite– ha sido para la gente: su rescate, sus necesidades físicas básicas, atención médica y comunicación con los seres queridos».

De ahí que exprese su alegría por el «extraordinario trabajo que están realizando las organizaciones católicas de Nueva Orleans, junto a los servicios de la comunidad católica de Baton Rouge y otras agencias de ayuda».

Igualmente confirma los esfuerzos que se está realizando para que vuelvan a estar en funcionamiento cuantas parroquias y escuelas de la archidiócesis sea posible, una evolución que se puede seguir al día en la web archidiocesana.

El arzobispo Hughes expresa asimismo su confianza en que los pastores de las zonas más afectadas «sigan buscando a sus feligreses diseminados y atendiéndoles en sus necesidades».

Al tiempo da las gracias a todos los sacerdotes que han ayudado en las tareas de búsqueda y rescate y en el consuelo de los familiares de las víctimas, sirviendo a los evacuados en ciudades donde hay una gran concentración de personas de Nueva Orleans y en la ayuda del personal en la propia archidiócesis devastada.

«Aunque es necesario para el futuro inmediato seguir guiando la Iglesia desde Baton Rouge, estamos buscando todas las formas posibles de estar pastoralmente presentes en aquellas comunidades que han reanudado alguna actividad, además de aquellas comunidades que están desplazadas», confirma.

De hecho, en su programa de visitas y celebraciones del fin de semana en la zona, como «signo de resurrección de la Iglesia en Nueva Orleans» el prelado presidió el domingo la Eucaristía en la catedral de St. Louis, la primera que se celebra en el templo católico del Barrio Francés desde que el huracán atravesó la ciudad.

El 30% de los habitantes de Nueva Orleans es católico.

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ZENIT Staff

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