ROMA, martes, 11 octubre 2005 (ZENIT.org).- La entrada de un nuevo frente de lluvias en El Salvador ha añadido incertidumbre a la precaria situación del país después de devastador paso de la tormenta «Stan» la pasada semana y que golpeó con especial virulencia a la vecina Guatemala y los Estados del Sur de México.
Según señalan los responsables de Cáritas El Salvador, las nuevas lluvias «han provocado nuevos derrumbes en diferentes arterias y comunidades».
«En el departamento de Sonsonate, donde las precipitaciones sólo han dado tregua por breves períodos, se reportan lluvias torrenciales, agravando la situación de las comunidades que todavía se encuentran inundadas», aseguran en su informe, al tiempo que advierten que «mientras tanto la situación del volcán Ilamatepec continúa».
En estos momentos, la Cáritas Salvadoreña está prestando ayuda humanitaria a 22.272 personas acogidas en 70 albergues ubicados en las diócesis de Santa Ana, Sonsonate, Santiago de María, San Salvador, Zacatecoluca, San Miguel y San Vicente. Cáritas está distribuyendo entre los damnificados agua, equipos de limpieza y artículos de aseo personal, ropa, zapatos, maíz, fríjol y colchonetas. En total, hasta la fecha se han repartido 316 toneladas de diferentes productos de primera necesidad.
En Guatemala los efectos de la tormenta «Stan» han sido de tal envergadura que Cáritas se enfrenta con graves problemas logísticos para llevar la ayuda de emergencia a los damnificados. La distribución de ropa, alimentos y medicinas se ve interrumpida constantemente por el colapso de las carreteras y por el mal tiempo que sigue imperando en todo el país.
La situación más desesperada se vive, según informe Cáritas Guatemalteca, en las comunidades de Panabaj y Tzanchaj, en Santiago Atitlan, donde se lucha contra-reloj por localizar a mas de 2.000 personas que han quedado sepultadas por las riadas de lodo.
«En éstas comunidades se vive desolación, impotencia, tristeza, pésame y angustia, prontamente al alud de piedras, lodo y árboles que bajó del volcán Tolimán la madrugada del miércoles y sepultó a Panabaj, uno de los cantones del municipio, que dejó un número indeterminado de víctimas», se indica en el informe de Cáritas remitido desde Ciudad de Guatemala.
Cáritas Guatemala sigue prestando ayuda de emergencia a los damnificados a través del trabajo llevado a cabo por equipos de voluntarios en las distintas comunidades afectadas. Ahora la mayor preocupación es la situación de alerta declarada por el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, ante el riesgo de brote de epidemias de dengue, malaria y desnutrición que podrían desencadenarse en las próximas semanas.