LA HABANA, viernes, 28 octubre 2005 (ZENIT.org).- Un conocido representante católico de Cuba ha saludado con entusiasmo la atribución del Premio Sajarov del Parlamento Europeo a las Damas de Blanco de su país.
El premio, compartido en su edición de 2005 por Reporteros Sin Fronteras (RSF) y la abogada nigeriana Huawa Ibrahim, reconoce el compromiso en la defensa de los derechos humanos de estas madres, esposas y familiares de presos políticos cubanos que de forma pacífica denuncia la situación de sus allegados y exige su liberación.
«Me apresuro a felicitarlas de todo corazón y a rogarle a Dios que las siga acompañando y bendiciendo en sus justas y humanísimas aspiraciones de libertad y bienestar para sus familias», ha declarado Dagoberto Valdés Hernández, miembro del Consejo Pontificio Justicia y Paz.
Según Valdés, quien es también director del Centro de Formación Cívica y Religiosa de Pinar del Río y de la revista «Vitral», «las Damas de Blanco han sabido ser lo que son y han mantenido bien definida su identidad y actitudes como grupo de pertenencia de la emergente sociedad civil cubana».
«Todos debemos aprender de ustedes cómo ser y actuar como sociedad civil sin manipulaciones políticas ni ambigüedades cívicas», añade en la nota de la que ha enviado copia a Zenit.
Cada domingo, estas mujeres acuden vestidas de blanco a la iglesia habanera de Santa Rita de Casia, santa considerada por la Iglesia como «Abogada de las Causas Imposibles», para participar en la misa de las 10 de la mañana y rezar por sus familiares presos.
Terminada cada misa dominical las Damas de Blanco salen de la Iglesia y realizan marchas silenciosas por el paseo central de la Quinta Avenida de la capital cubana hasta el Reloj de la calle 12.
Las Damas de Blanco reivindican la inocencia de sus familiares encarcelados y constantemente realizan vigilias, ayunos y envían cartas a las autoridades cubanas y a personalidades y organizaciones internacionales para denunciar la situación de los opositores presos, 75 de ellos desde la Primavera de 2003, de los cuales algunos han sido ya excarcelados con licencia extrapenal.
Según ellas explican, este movimiento de familias, de carácter estrictamente pacífico, no tiene un programa político, no es un partido opositor, ni cuenta con un estilo de organización demasiado establecida.
«Sus familiares presos, nuestros hermanos, pueden estar orgullosos de la integridad moral de sus Damas de Blanco, de su genuino amor a Cuba y a la libertad. Ustedes han sabido defender y poner en el más alto grado el don sagrado de la familia: la unidad, la fidelidad y el amor, a pesar de las largas separaciones y no pocos sufrimientos», afirma Valdés.
«Todos los cubanos que amamos a Cuba y a la dignidad plena de la persona humana, debemos inclinar nuestras cabezas ante el ejemplo de su enhiesta y pacífica actitud cívica, sin rencores ni amarguras, con la que todos, sin excepción, hemos sido enriquecidos en nuestra más profunda condición de seres humanos y de cubanos», concluye el mensaje.
El premio, otorgado por el Parlamento Europeo con sede en Estrasburgo, recibe este nombre en memoria del disidente soviético y Premio Nobel Andrei Sajarov, uno de los inventores de la bomba de hidrógeno de la Unión Soviética y firme defensor de los derechos humanos, tras tomar conciencia de los peligros del arma.
El disidente cubano Oswaldo Payá, líder del Movimiento Cristiano Liberación, fue premiado con el Sajarov 2002 por su defensa del cambio pacífico y democrático en la isla mediante el Proyecto Varela.
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Oct 28, 2005 00:00