ROMA, 4 de noviembre de 2005 (ZENIT.org).- El cardenal Christoph Schönborn, arzobispo de Viena, presidió este viernes en Roma un encuentro de oración en memoria de Franz Jägerstätter, campesino austríaco ejecutado a los 36 años por su oposición al nazismo motivada por la fe.
La iniciativa, promovida por la Comunidad de San Egidio, movimiento eclesial surgido en Roma, tuvo lugar en la noche en la Basílica de San Bartolomé en la Isla Tiberina, dedicada a los testigos de la fe del siglo XX.
Junto al cardenal Schönborn participaron en el encuentro otros obispos de Austria que están realizando su quinquenal visita «ad limina apostolorum» al Papa y a la Curia romana
Franz Jägerstätter, católico, casado con Franziska y padre de tres hijos, fue decapitado el 9 de agosto de 1943 por su oposición pública a Hitler y al nazismo en nombre de su fe.
En el acto de oración, se entregó un manuscrito de Jägerstätter que permanecerá en la Basílica en recuerdo de este testigo de la fe.
En el mensaje escrito antes de ser ejecutado en una cárcel cercana a Berlín, Jägerstätter afirmaba: «Estoy escribiendo con las manos atadas, pero es mejor hacerlo así que con la voluntad encadenada».
«A veces Dios nos revela su fuerza abiertamente; ofrece la fuerza a quienes le aman para no anteponer la tierra al cielo. Ni la prisión, ni las cadenas, ni siquiera la muerte pueden apartar al hombre del amor de Dios, o arrebatarle su voluntad libre. El poder de Dios es invencible», decía el testigo de la fe.