CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 28 noviembre 2005 (ZENIT.org).- Benedicto XVI aseguró este lunes su compromiso y el de la Santa Sede a favor de las poblaciones de Darfur y alentó la reconciliación en Sudán al recibir al cardenal Gabriel Zubeir Wako, arzobispo de Jartum, acompañado por algunos obispos del país.
«El horror de los acontecimientos ocurridos en Darfur, a los que mi amado predecesor Juan Pablo II se refirió en tantas ocasiones, indica la necesidad de una voluntad internacional más fuerte que garantice la seguridad y los derechos humanos fundamentales», afirmó el Papa en el discurso que dirigió en ingles a sus huéspedes.
«Hoy –añadió–, uno mi voz al grito de los que sufren y le aseguro que la Santa Sede, junto con el nuncio apostólico en Jartum, seguirá haciendo todo lo posible para romper el círculo de la violencia y la miseria».
El Santo Padre consideró que «el cese de la guerra civil y la promulgación de una nueva Constitución han dado esperanza al pueblo de Sudán, que tanto sufre desde hace tiempo. Si bien haya habido reveses a lo largo del camino de la reconciliación, entre ellos la trágica muerte de John Garang en estos momentos hay una oportunidad sin precedentes y un claro deber para la Iglesia de contribuir de forma significativa al proceso de reconciliación y reconstrucción nacional».
Garang, uno de los fundadores del «Ejército de Liberación Popular de Sudán» (SPLA, por sus siglas en inglés), hoy transformado en Movimiento, falleció al estrellarse el helicóptero en el que viajaba el 30 de julio, pocos días después de haber sido nombrado primer vicepresidente del país.
«A pesar de de que los católicos son una minoría, tienen mucho que ofrecer al diálogo interreligioso, así como a los servicios sociales tan necesarios. Os invito por tanto a emprender las iniciativas necesarias para hacer visible, de esa manera, la presencia salvífica de Cristo», concluyó el Papa.