MÉXICO, lunes, 8 mayo 2006 (ZENIT.org-El Observador).- Marcelo Mejía Morales es licenciado en comunicación social, dedicado al área de televisión católica durante los últimos veinte años. Es director ejecutivo de Audiovisuales Don Bosco, en Quito Ecuador.

En este verano prepara una serie de trabajos audiovisuales sobre la Iglesia católica en México y sobre las diversas devociones populares de este país que cuenta con el segundo mayor número de católicos en el mundo.


--¿Cuáles son los retos que enfrenta una televisora católica?

--Marcelo Mejía: El primer reto es ser televisión que agrade y que provoque al televidente a no cambiar de canal, esto implica asumir la producción de televisión de manera profesional y buscando estándares de calidad y contenidos muy buenos.

Por otro lado, debe ser competitiva con una televisión que en momentos tiene ausencia de valores. Ser televisión católica es ser fiel a una doctrina, pero buscando ser fiel a las nuevas formas de comunicar el mensaje.

--¿Cómo reunir a periodistas católicos en una misión en común?

--Marcelo Mejía: Los periodistas católicos debemos buscar cuál es nuestro objetivo común, qué misión tenemos. Un reto fuerte es conocernos y buscar la manera de apoyarnos. Hoy, gracias a las tecnologías, podemos estar más cerca y saber lo que hacemos. Generar procesos de formación o de actualización profesional y cristiana para ser mas consecuentes con el trabajo de la Iglesia que requiere que investiguemos, denunciemos y anunciemos desde nuestro trabajo, guardando independencia editorial que nos comprometa con labor de informar, entretener y formar.

--¿Cuáles son las bases de un periodismo católico?

--Marcelo Mejía: A mi criterio son tres: profesionalidad, coherencia y optimismo Ser profesionales para hacer un trabajo que demuestre calidad, seriedad y compromiso; profesional para enfrentar los retos de un período cada vez mas complicado por las presiones y profesional por buscar la verdad de lo que informamos y generar nuevas agendas de discusión para la Iglesia y la sociedad.

Ser coherentes con un evangelio que es «buena nueva» y que por lo tanto me exige que escriba, produzca y trasmita asumiendo una posición frente a los problemas que tiene nuestra sociedad. Coherente conociendo y reconociendo el valor y las consecuencias de lo que escribo o muestro en televisión.

Finalmente, creo que si no somos optimistas, caemos en el juego de mostrar un mundo sin salida. Nosotros como católicos debemos transmitir esperanza y alegría, infundir en nuestros lectores, televidentes y radioescuchas un sentimiento de optimismo por continuar anunciando la buena nueva en nuestras realidades.

--¿Cómo lograr que los medios de comunicación tomen en cuenta la presencia de los valores religiosos?

--Marcelo Mejía: Recordar que los valores humanos, siempre son bien venidos, ya sea por que pocos los producen y hacen falta en las noticias o por que nos muestran la cara positiva de la sociedad. Si producimos con valores humanos el reto es que nos publiquen; para ello, debemos asumir un dialogo mas continuo con los medios seculares de comunicación y tender puentes por los que transiten las notas con valores tanto de ida como de regreso.