ROMA, domingo, 8 junio 2008 (ZENIT.org
Lo ha compartido con Zenit sor Cristiana Dobner, autora de un libro en italiano titulado «Eco creante», dedicado a la santa francesa patrona de las misiones.
Para la religiosa, los que critican que Teresa de Lisieux haya sido declarada «doctora de la Iglesia» son los que «incapaces de superar la barrera del lenguaje de la época y el imaginario de Teresa, no saben tocar el fondo rocoso de lo que ella misma llamó la ciencia del amor».
Cristiana Dobner, nacida en Trieste, licenciada en Filosofía y Letras, después de haberse especializado en Biblia y teología entró en las carmelitas descalzas.
Autora de varios libros de espiritualidad y colaboradora de varias revistas, traductora del alemán, inglés, francés, español, hebreo y ruso, vive en el monasterio de Santa María del Monte Carmelo en Concenedo di Barzio, Italia.
–¿Cómo sintonizaba con su tiempo Teresa de Lisieux?
–Sor Cristiana: En primer lugar Teresa es una mujer que vivió en su tiempo, encarnada concretamente en la sociedad francesa, respirando su ambiente y su cultura.
Demasiado a menudo pensamos en los santos y en los contemplativos como si estuvieran fuera de su tiempo sólo porque optaron, siguiendo al Espíritu, por una vida que más que destacar por su desapego del mundo quiere ser un signo auténtico de una realidad invisible, imperceptible, pero no por esto menos real: Dios existe.
Teresa vivía sumergida en la relación con Dios. Por lo tanto en Él, que se ha encarnado y que es contemporáneo a cada persona en cada momento. Teresa reconoció que ésta era su llamada y respondió con todo su ser, como una joven mujer de finales del siglo XIX.
–¿Por qué hay detractores de Teresita que consideran que no está «a la altura» de ser doctora de la Iglesia?
–Sor Cristiana: Son personas incapaces de superar la barrera del lenguaje de la época y el imaginario de Teresa, no saben tocar el fondo rocoso de lo que ella misma llamó «la ciencia del amor», una auténtica revolución teológica que hacía pasar a los cristianos de la concepción de Dios que lanza rayos contra el mundo al Padre que acoge en su regazo al hijo o hija que acude a Él.
Se puede no estar en sintonía con la doctrina teresiana, pero es importante reconocer su valor.
–En su libro presenta una galería de personajes contemporáneos de la santa, como Freud, Nietzsche, Baudelaire, Dostowevskij… ¿qué tienen en común con Teresa?
–Sor Cristiana: Diría que nada. En el sentido de que Teresa ignoraba su existencia. Teresa quería operar en la historia, con su típico lenguaje de ofrecer rosas al mundo para acercarlo a Dios. Los personajes que usted cita están todos atenazados por la misma tenaza que logra romper Teresa, abandonándose en el Amor, transfigurándose en don para todos.
Por Miriam Díez i Bosch