ROTTERDAM, jueves 16 de diciembre de 2010 (ZENIT.org).- Ofrecemos a continuación el texto del mensaje enviado en nombre del Papa Benedicto XVI a los jóvenes que participan en el 33º Encuentro Internacional con la Comunidad de Taizé en Rotterdam (Holanda), y que ha sido hecho público hoy por la comunidad que dirige el Hermano Alois.
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Queridos jóvenes,
Sobre todos vosotros que os reunís en Rotterdam, invitados por la comunidad de Taizé, su Santidad el Papa Benedicto XVI invoca la fuerza y la paz del Espíritu Santo, como también sobre los pastores, sobre las parroquias y las familias que os acogen. ¡Que, con los hermanos de Taizé que animan este 33° encuentro europeo de jóvenes, os conduzca Dios a las fuentes de la alegría!
Lo descubriréis en estos días: esta alegría no os aleja de una solidaridad con los sufirmientos de la humanidad, sino que está profundamente ligada a la confianza en Dios. Viviendo de esta confianza, acogiéndola, permitís esta renovación radical del ser humano que Cristo vino a traer. Así seréis animados por el valor de ir contra corriente, cuando esto sea necesario. Resistiendo al espejismo del individualismo, os convertiréis cada vez más en hombres y mujeres de comunión, en la entrega de vosotros mismos por los demás.
Y cuando volváis a vuestros países, que el Espíritu Santo os colme de una compasión sin límites, os comunique imaginación y valentía para descubrir de qué forma transformar vuestras comunidades locales en lugares de bondad del corazón y de confianza. La paz que él os concede resplandecerá así para los demás y para el mundo.
Convocándoos también para el próximo agosto en Madrid, para la Jornada Mundial de la Juventud, el Santo Padre os confía a la intercesión de la Virgen María, Madre de los creyentes, que en Caná fue testigo de la alegría que su Hijo vino a traer al mundo, y de gran corazón os envía una afectuosa bendición apostólica.
[Traducción de la versión en italiano por Inma Álvarez]