ROMA, jueves, 20 octubre 2005 (ZENIT.org).- Según el obispo Pietro Gabrielli, SDB, vicario apostólico de Méndez, 500.000 personas han abandonado en los últimos años Ecuador, una nación de unos 13 millones de habitantes y este éxodo parece continuar.
«Debido a la inestabilidad política y la difícil situación económica que atraviesa el país, la emigración en busca de una vida mejor, sobre todo a los Estados Unidos y los países europeos como España, no cesará», afirma.
«Esto constituye también un problema para mi vicariato», reconoció el prelado en su reciente visita a Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN).
Monseñor Gabrielli explicó que Méndez, con sus 150.000 habitantes, en su gran mayoría católicos, cuenta en la actualidad con 35 sacerdotes y 16 diáconos permanentes.
Además, 31 hombres jóvenes, 9 de ellos indígenas, se preparan para el sacerdocio en varios seminarios.
El obispo explicó que su vicariato «depende casi exclusivamente de la ayuda del extranjero», por lo que rogó a Ayuda a la Iglesia Necesitada que siga apoyándolo, en particular, en la construcción de edificios eclesiales.