ROMA, 25 julio 2003 (ZENIT.org).- «Estoy tranquilo por el futuro de la Iglesia en Irak», afirma monseñor Ishaq Jacques, arzobispo emérito caldeo de Arbil, y actualmente rector de la Universidad Pontificia de Babel en Bagdad.
Ese centro universitario de filosofía y teología, que tiene 280 alumnos, es un instituto ecuménico abierto a futuros sacerdotes de diferentes confesiones cristianas en Irak.
En declaraciones a «Radio Vaticano», monseñor Jacques hace un balance de la situación en su país.
–Tras la muerte de los dos hijos de Sadam Husein, ¿cambia algo en Irak?
–Monseñor Jacques: Lo importante no son las personas, sino el pueblo. Las personas vienen y van, pero los valores son históricos. Por ejemplo, ahora en Irak la convivencia entre todas las religiones presentes es verdaderamente una realidad. Y la ausencia de un gobierno está demostrando que no hay guerra de religiones entre suníes, chiíes, cristianos y musulmanes… Es más, se ve que el pueblo lleva en su vida y en su sangre estas tendencias de convivencia.
–George W. Bush ha dicho que «el régimen de Sadam está terminado y no volverá». ¿Habrá democracia en Irak?
–Monseñor Jacques: Realmente no sé qué responder. Las cosas no son tan claras, no es blanco y negro… No sé que pasará. Nosotros, los obispos iraquíes, nos encontramos casi cada semana para estudiar el desarrollo de la situación y tomar posición. Pero no es fácil responder a su pregunta.
–¿Qué falta entonces en Irak para llegar a la democracia?
–Monseñor Jacques: Que los iraquíes tengan su propio gobierno, cuando llegue el momento adecuado, para guiarse a sí mismos. Esto es lo que falta, pero esperamos a que llegue el momento oportuno.
–¿Y no es ahora el «momento oportuno»?
–Monseñor Jacques: Sin duda no ha llegado.
–Se habla mucho de la resistencia iraquí a los soldados estadounidenses. Ustedes, que están en Irak, ¿cómo la viven?
–Monseñor Jacques: Cuando se escucha que un soldado estadounidense ha sido asesinado, quizá se da la tendencia generalizar, como si se diera una resistencia por todos los sitios contra los estadounidenses. Pero esto me parece una exageración, pues el que se den casos aislados no quiere decir que haya una revuelta general. He visto en Bagdad a los soldados estadounidenses jugando con los niños por las calles. Además, me parece que todos están convencidos de que no es el momento de que los estadounidenses abandonen el país.