La fe en la Universidad, sin disimulos

Entrevista con la delegación catalana en el Simposio «Universidad e Iglesia en Europa»

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ROMA, 21 julio 2003 (ZENIT.org).- La presencia de la fe en la universidad no debe ser un elemento escondido, sino presentado con naturalidad. Así lo manifiestan a Zenit algunos de los participantes en el Simposio internacional «Universidad e Iglesia en Europa» que finalizó el domingo en Roma.

Los entrevistados, miembros de la delegación de Cataluña (España) en el Simposio, promueven con este objetivo el Secretariado de Teología en la Universidad, un espacio de encuentro entre profesores y alumnos para reflexionar sobre la fe e introducir la teología en las universidades civiles (http://www.teologiaalauniversitat.org).

–¿Cual es la aportación que ofrece hoy una Universidad católica?

–Jordi Giró, Coordinador del Secretariado de Teología en la Universidad y profesor de la Universidad Ramon Llull de Barcelona (http://www.url.es): La cualidad de «católica» no es un adjetivo, sino un sustantivo. No se trata de un juego de palabras, sino de una realidad de gran trascendencia y diferenciación.

Desde la identidad cristiana ha de saberse aportar a la ciencia un punto de vista, una forma de ver, leer y interpretar el mundo desde una perspectiva universal.

De la misma forma que en una sociedad plural los cristianos tienen la misión de ser signo de una presencia, esta misión también se traslada a la Universidad.

–¿Cual es el reto de los cristianos en la Universidad?

–Óscar Vernaus, secretario de SAFOR (Servicio de Asistencia y Formación Religiosa) de la Universidad de Barcelona, Campus Central (http://www.ub.es): El principal reto actual de los cristianos en la Universidad es conseguir que su presencia esté totalmente normalizada, a la vez que su compromiso con la fe recibida les permita un diálogo normal –y por otra parte muy necesario– con los contenidos científicos que se dan.

Una fe desvinculada de la cultura, de la ciencia, es una fe sin raíces, deshumanizada. Todo ello, claro está, dentro de un sentido de unidad y de coherencia que debe caracterizar toda acción pastoral en la universidad.

–¿Cree que los cristianos deben ser más valientes, explícitos y claros a la hora de anunciar el Evangelio en la Universidad?

–Jaume Soler, secretario de SAFOR de la Universidad Autónoma de Barcelona (http://www.uab.es): Sí, pero ante todo debe considerarse que la valentía no es sinónimo de arrogancia sino, más bien, de caridad y compromiso solidario.

No debemos tener miedo de dar a conocer quién es este Dios en el que creemos, si es que queremos ser levadura dentro de la masa.

La trascendencia, de hecho, ha estado alejada de los estudios cuando, según el cristianismo, es aquello más humano que tiene el hombre, aquello que más le vincula a su verdadero ser.

El diálogo de la fe con la cultura, desde una óptica abierta, respetuosa, rigurosa, seria y sin tabúes (que no son pervivencia de antiguos pesares), no puede hacer otra cosa que enriquecer y completar la formación integral y humana de los universitarios, alumnos o profesores.

–El cardenal Karl Lehmann propone crear «nuevas vías» de pastoral universitaria, sobre todo de diálogo con los no creyentes. ¿Qué tipo de actividad se podría proponer hoy el campo universitario?

–Antoni Matabosch: delegado de Apostolado Seglar del arzobispado de Barcelona (http://www.arqbcn.org): Es difícil iniciar un diálogo directamente, ya que a menudo no se encuentra la necesidad, sobre todo entre las personas indiferentes. Es más fácil con los agnósticos. Lo que puede hacerse es dialogar sobre temas «de frontera», como la biología, el evolucionismo, el diálogo entre fe y ciencia…

–¿Es más fácil «evangelizar» (acompañar, acoger…) a los alumnos o a los profesores?

–Jaume Dantí, profesor Universidad de Barcelona (http://www.ub.es): Es más fácil evangelizar a los alumnos. Tienen más predisposición a hacerse preguntas sobre la propia vida. No hay prejuicios ante la posibilidad de conocer y de creer. Hay disponibilidad ante el testimonio creíble. Hay necesidad de sentirse acogido y acompañado en medio de un mundo de dudas. Sin embargo, hay mucha fragilidad y el ambiente contrario a menudo se impone. Los pasos dados por los profesores pueden ser definitivos.

–Los alumnos pasan pero los profesores se quedan. ¿Es en el ámbito de la docencia donde se debe poner el mayor esfuerzo evangelizador en la universidad?

–Llum Delàs, delegada de Pastoral Universitaria del arzobispado de Barcelona (http://www.arqbcn.org): Los alumnos van cambiando cada cinco años, es un público inestable por definición y con fecha de caducidad. En cambio, los profesores son estables y ejercen un liderazgo natural de maestría. <br>
Es necesario pues que la Iglesia «mime» a los profesores y no sólo acompañe a los alumnos. Algunos profesores, por retraimiento y vergüenza, a veces han olvidado el testimonio personal y la formación de la fe en la universidad.

En algunos casos se ha producido una esquizofrenia entre la labor docente y académica, y por tanto pública, con las opciones personales de la fe, recluidas en el ámbito privado.

–¿En qué consiste vuestra propuesta del Secretariado de Teología en la Universidad?

–Llum Delàs: Responde a la necesidad de crear un espacio de docencia, investigación y reflexión sobre la fe y la teología. Es un lugar de encuentro que quiere ser bidireccional. Para el profesorado representa un incentivo de presentación razonada y académica de la fe, y para el alumno es un ámbito de descubrimiento del hecho religioso.

Pienso que lo ideal sería que la fe estuviera vinculada al trabajo académico y a las preocupaciones docentes, de investigación de los profesores y de los alumnos, de manera natural y sin forzar nada.

Sería bueno establecer un estatuto de normalidad de los temas religiosos entre las preocupaciones académicas en la universidad. Ésta ha sido nuestra apuesta a través del Secretariado de Teología en la Universidad, una iniciativa conjunta de las facultades académicas de teología en Cataluña y de la Pastoral Universitaria.

–¿Es una aportación explícita y normalizada de la fe en la Universidad?

–Llum Delàs: Claramente. Este ámbito no renuncia a la confesionalidad. Es más, tiene la valentía de querer mostrarse como la presencia pública de la fe como una aportación de la Iglesia al saber.

No se trata de exigir militancias, sino de crear una marca de prestigio que invite a participar por su seriedad y rigor. La estrategia debe ser gradual: se empieza con cursos de libre opción de teología dirigidos a los alumnos; progresivamente iremos desarrollando otras actividades para conseguir normalizar esta presencia académica de la teología en la universidad.

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ZENIT Staff

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