La ONU y la infancia: dudas sobre las últimas propuestas

Naciones Unidas es otra vez el centro de atención en el tema de la familia y
la infancia. Esta semana, en la sede de Naciones Unidas en Nueva York se han
reunido delegados para la oficialmente denominada «Segunda Sesión Sustantiva
del Comité Preparatorio» para la Sesión Especial dedicada a la infancia.
Esta Sesión Especial es una reunión de la Asamblea General de la ONU
dedicada al tema de los niños y los adolescentes, que tendrá lugar del 19 al
21 de septiembre en Nueva York.

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La reunión de septiembre se incluye en la práctica de Naciones Unidas de
celebrar reuniones en el aniversario de cumbres pasadas. En este caso, la
Cumbre Mundial de la Infancia de 1990 y la cumbre que aprobó la Convención
sobre los Derechos de los Niños en 1989. Antes de que los jefes de Estado y
de Gobierno se reúnan en septiembre, Naciones Unidas prepara un borrador del
documento que éstos aprobarán. El Comité Preparatorio se reunió esta semana
para continuar con la formulación de esta declaración y se encontrará de
nuevo en junio.

Según UNICEF (Fondo de Naciones Unidas para la Infancia), la cumbre de
septiembre revisará los progresos de la implementación de la Declaración
Mundial y el Plan de Acción de la Cumbre Mundial de 1990. Se espera también
que los líderes mundiales desarrollen un plan de acción para la protección
de los derechos de los niños.

Naciones Unidas y los derechos de los niños

Aunque todos estamos a favor de defender los derechos de los niños, por
desgracia el concepto de Naciones Unidas sobre este tema suscita dudas
importantes. Lamentablemente, UNICEF ha sido influenciado por el pensamiento
radical de quienes se inclinan al control de la población y las feministas
radicales que han logrado gran peso en Naciones Unidas. Quienes siguen las
actividades de Naciones Unidas en estos campos recordarán las ásperas
batallas entre los grupos pro-familia y los radicales de Naciones Unidas en
recientes conferencias que señalan los aniversarios de la Conferencia del
Cairo sobre Población, en 1994, y la Cumbre Mundial sobre la Mujer de 1995
en Pekín.

El borrador de documento que se está preparando para la asamblea general,
estudiado en la reunión que acaba de tener lugar, bajo el título «Un Mundo
apropiado para los Niños», contiene varias partes cuestionables. Para
empezar, en el artículo 13, se pretende minar el concepto de familia cuando
se dice: «En la actualidad las familias asumen distintas formas». En
conferencias previas, este tipo de frase ha sido impulsada por Naciones
Unidas con el fin de negar que la familia basada en la unión de una mujer y
un varón, con hijos, es el modelo que debe ser protegido. En cambio, el
concepto de pluralidad de formas se usa para justificar las relaciones
homosexuales y otras variantes, todas ellas, según Naciones Unidas, con la
misma validez.

Ésto renueva también la batalla de Pekín, en 1995, sobre el concepto de
género. En los artículos 32 y 34 se promueven la «igualdad entre los
géneros» y la «paridad de los géneros». Ésto está en línea con el punto de
vista del feminismo radical donde la división biológica entre mujer y varón
se sustituye por el concepto de «género», que puede ser modificado a
elección del individuo, lo que abre la puerta a los derechos de los
homosexuales, transexuales, etc. Éste no es un punto irrelevante en el
documento, como se puede ver en el artículo 69, que establece: «La igualdad
entre los géneros debe ser una meta suprema de la enseñanza».

La frase «salud reproductiva» se promueve también, que en la terminología de
la ONU incluye el derecho al aborto. El artículo 60 insiste en el «acceso a
servicios de calidad en materia de salud reproductiva» para todas las
mujeres. Igualmente se entiende en los círculos de la ONU que ésto incluye
el acceso a todo tipo de contraceptivos.

Otro área de interés se refiere al terreno de la educación sexual. Los
grupos familiares han expresado desde hace tiempo su preocupación por el
hecho de que la Convención de los Derechos de los Niños niega a los padres
su autoridad legítima y su papel en la educación y protección de sus hijos
en este campo tan delicado. El borrador del documento no hace nada por
aliviar estos temores. Se habla de «dar protagonismo» a los adolescentes,
artículo 75. Y en el artículo 77 se enfatiza sobre la importancia de la
educación de los adolescentes en materia de enfermedades sexuales. Pero en
toda esta sección no se hace mención al papel que deben desempeñar los
padres en la educación de sus hijos en materia de sexualidad.

Naciones Unidas intenta acallar a los grupos pro-familia

Dado el éxito de las organizaciones pro-familia en las recientes
conferencias que conmemoran las reuniones de Naciones Unidas sobre población
y mujer, esta vez los funcionarios de Naciones Unidas están tratando de
acallar cualquier oposición a sus planes. En varios números recientes de
«Friday Fax», el Instituto «Familia Católica y Derechos Humanos» (C-Fam),
un grupo con sede en Nueva York que se dedica a defender la familia y los
valores cristianos, ha advertido sobre los planes de restringir el acceso a
personas que no están de acuerdo con la línea de la propuesta oficial.

La iniciativa más drástica es el anuncio hecho por UNICEF de que solamente
dos representantes de cada una de las Organizaciones No Gubernamentales
(ONGs) pueden participar en las reuniones. Este es un serio golpe porque las
ONGs pro-vida y pro-familia que trabajan en Naciones Unidas no son
numerosas, especialmente en comparación con la gran cantidad de ONGs que
apoyan la posición feminista radical.

Recientemente, «Friday Fax» acusó también a UNICEF de manipular las normas
para favorecer a grupos que apoyan la posición de Naciones Unidas de manera
que envíen miembros a las reuniones con mayor facilidad. No contentos con
limitar el número de participantes que las ONGs pueden enviar, UNICEF
decidió también permitir que otras dos categorías de ONGs enviaran
delegados.

Los dos nuevos tipos se denominan «ONGs UNICEF» y otras ONGs que tienen una
«relación especial» con UNICEF. Según C-Fam, los grupos pro-vida informan
que a una organización del tipo «ONG UNICEF» se le ha permitido enviar a 40
miembros. Esta misma ONG está también eligiendo a los participantes para
asegurarse que están a favor del aborto.

La reunión de esta semana

Según los informes de prensa de Naciones Unidas, un número de delegados en
la reunión de esta semana se quejaron de la extensión del documento y de la
necesidad de centrar la atención en un número limitado de objetivos. Japón
en particular se mostró crítico con la palabrería del texto propuesto.

El delegado de la Federación Rusa, N.V. Tchoulkov, dijo que entre los
mayores inconvenientes del texto propuesto estaba una predisposición a la
promoción de los derechos de los niños, mientras que era insuficiente la
atención dedicada a las condiciones sociales y económicas. El papel de la
familia en la protección de los derechos de los niños ha sido infravalorado,
comentó el representante ruso.

En su discurso a la reunión, el pasado miércoles, el arzobispo Renato
Martino, observador permanente de la Santa Sede ante la ONU, hizo una
petición en favor de la promoción y la protección del derecho a la vida, así
como la dignidad humana y los derechos del niño antes y después de nacer.
Según la nota de prensa oficial de la ONU, solicitó también que el documento
incluya la declaración de que la familia es la unidad básica de la sociedad
y tiene la responsabilidad fundamental en la educación y protección de los
niños desde la infancia a la adolescencia.

El documento propuesto por UNICEF contiene mucho de lo que puede ser apoyado
y justamente cuando atrae la atención sobre problemas tales como la falta de
oportunidades educativas, los sufrimientos de los niños en las guerras y los
problemas que crea la pobreza. Sin embargo, hay partes del texto propuesto
que se enviará a la Asamblea General que han sido contaminadas por la
ideología radical tan domina
nte en muchos sectores de la ONU.

La obsesión de los grupos radicales por tratar de que todos los programas de
Naciones Unidas promuevan el aborto, la contracepción, los derechos de los
homosexuales y la ideología anticristiana es lamentable porque fuerza a los
cristianos a retirarse de muchos aspectos del trabajo de Naciones Unidas que
de otro modo valen la pena.
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Contenido provisto por SEMANA INTERNACIONAL
(c) Innovative Media, Inc.

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ZENIT Staff

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