«Los católicos somos hoy una guía moral para Gran Bretaña»

Print Friendly, PDF & Email

Habla el arzobispo de Wesminster, Murphy-O´Connor, próximo nuevo cardenal

Share this Entry
Print Friendly, PDF & Email

LONDRES, 19 feb 2001 (ZENIT.orgAVVENIRE).- Del arzobispo de Wesminster, Cormac Murphy-O´Connor, 67 años, todos alaban su humanidad y su capacidad pastoral. Otro punto fuerte de su actuación ha sido el ecumenismo. Desde 1983 a 1989, presidió la Comisión ARCIC para el diálogo entre católicos y anglicanos. Es amigo personal del primado anglicano George Carey y, en este primer año como arzobispo de Wesminster, ha demostrado su gran sociabilidad. El próximo miércoles será creado cardenal por Juan Pablo II.

Por si le faltara algo, es también un óptimo jugador de rugby.

–Monseñor Murphy-O´Connor, ¿qué ha sentido al saber su nombramiento como cardenal?

–Murphy-O´Connor: Es un gran honor otorgado a mi persona y a toda la Iglesia Católica inglesa. Es un hecho que profundiza las relaciones de amistad que nuestra Iglesia ha tenido siempre con Roma. Y es también un gesto de reconocimiento a la lealtad que los católicos de Inglaterra y Gales han demostrado durante siglos a Roma.

–Normalmente Gran Bretaña suele ser considerada un país bastante aislacionista que va por su cuenta. ¿Esto se refleja también en la Iglesia católica? A veces se tiene la sensación de que los católicos británicos se sienten más cercanos a sus hermanos anglicanos que a los católicos de otros países…

–Murphy-O´Connor: No estoy de acuerdo. No creo para nada que sea un país aislacionista. Me gusta siempre subrayar que Gran Bretaña forma parte de la Unión Europa, en la que entró hace muchos años. Es verdad que, históricamente, hemos estado siempre lejos del continente europeo, pero la Iglesia inglesa, sin duda, pertenece a la Iglesia universal y los católicos ingleses se sienten cercanos a los católicos del resto del mundo. Es justo decir que Gran Bretaña es terreno ecuménico, que es un lugar ideal de experimentación del ecumenismo. Pero si hacemos más sólidas nuestras relaciones con los otros cristianos, no por ello somos menos católicos. En realidad ya estamos en un punto de no retorno en el camino ecuménico, que ha sido sólidamente puesto en marcha.

–Y sin embargo parece que, en este camino, ha habido momentos difíciles en las relaciones con los anglicanos. Por ejemplo, la publicación de la «Dominus Iesus» ha sido acogida con sorpresa e incredulidad por muchos obispos de la Iglesia de Inglaterra.

–Murphy-O´Connor: La «Dominus Iesus» explica que Jesús es la revelación clara y única de Dios en Jesucristo. Usa palabras muy claras en algunas de sus secciones y, si se comprende de modo correcto, contribuye al diálogo con las otras confesiones. La intención de la «Dominus Iesus» no es retardar el diálogo ecuménico, al contrario. El ecumenismo puede construirse sólo sobre la claridad, la caridad, la verdad y el amor.

–Por tanto, usted traza un balance positivo del diálogo ecuménico. ¿No piensa sin embargo que el sacerdocio femenino que existe en la Iglesia anglicana, desde 1994, ha retardado seriamente el camino hacia la unidad?

–Murphy-O´Connor: Sí, es verdad, el sacerdocio femenino ha representado un verdadero obstáculo en el progreso hacia la plena comunión con la Iglesia anglicana. Ha sido un verdadero disgusto y una dificultad real no sólo para los católicos sino también para la misma comunión anglicana. Ha sido un bloque en el camino hacia la unidad. Pero el camino ecuménico debe seguir de todos modos. Aunque los obstáculos más grandes no se llegaran a superar, sería importante seguir dialogando. E incluso si no produjera resultados concretos, es esencial compartir aspectos de la vida común de las dos comunidades cristianas.

–¿Cómo juzga su primer año como arzobispo de Wesminster?

–Murphy-O´Connor: He sido obispo de Arundel y Brighton durante 23 años. Por tanto, tengo una larga experiencia de lo que significa ser responsable de una diócesis. Es un trabajo que exige mucho, que puede cansar verdaderamente; pero hay muchos aspectos positivos, muchas cosas buenas.

–¿Cuáles por ejemplo?

–Murphy-O´Connor: La Iglesia católica inglesa hoy tiene un papel de guía moral para el país. Está llamada a ser una voz autorizada en un país que tiene una necesidad casi desesperada de ser guiado en temas que afectan a todos, como
la dignidad de la vida humana.

–¿Cómo ve en general el futuro de la Iglesia cristiana?

–Murphy-O´Connor: Soy un hombre de esperanza y alegría. Mi lema, desde cuando me convertí en arzobispo, es «Gaudium et Spes», las palabras de apertura del documento del Concilio Vaticano II sobre la modernidad. La Iglesia católica en Gran Bretaña tiene una parte muy significativa que jugar en la vida cristiana, está en el centro de esta vida cristiana y esta posición, que nos obliga a un papel de testimonio, es un desafío para el futuro. Es importante tener paciencia y esperanza, las dos dotes humanas que, en mi opinión, construyen el futuro. Las dificultades que la Iglesia debe afrontar hoy pueden ser una oportunidad para el futuro.

Share this Entry

ZENIT Staff

Apoye a ZENIT

Si este artículo le ha gustado puede apoyar a ZENIT con una donación

@media only screen and (max-width: 600px) { .printfriendly { display: none !important; } }