Los gritos de las niñas agazapadas junto a sus madres se sucedieron cuando se produjo la explosión después de las 0900 hora local, aterrorizando a los padres y estudiantes que pasaban en medio del gran cordón de seguridad para entrar en el colegio, donde protestantes violentos les han atacado durante tres días.

Un policía resultó herido en una pierna a consecuencia de la explosión, dijo un portavoz policial.
Un testigo dijo que había visto un «objeto burbujeante» volar por el aire antes de escuchar la explosión que hizo que niñas y padres temieran por su seguridad.

Varias piedras volaron sobre el cordón policial y aterrizaron en la ruta de las niñas, segundos antes de que fuera lanzada la bomba.