El padre Stanislaw Rochowiak, de 35 años, franciscano conventual de nacionalidad polaca, confirmó que muy pronto un edificio se destinará como parroquia con el nombre de «Iglesia de la Virgen María de la Caridad».

El inmueble reunirá en su interior una capilla para la celebración de la Santa Misa, otros locales para la pastoral y la catequesis de la comunidad, la residencia del párroco y habitaciones para alojar a personas y grupos.

Será la primera y única iglesia cristiana en la ciudad de Urgench, en la región de Khorezm –1.000 kilómetros al oeste de la capital, Taskent--.

Según la ley uzbeka, para el reconocimiento de un edificio sacro se requieren al menos las firmas de cien personas mayores de edad que sean ciudadanos de Uzbekistán, República ex soviética de mayoría musulmana independiente desde 1991.

Asumió esta tarea, Lydia, una católica de 50 años que emprendió una campaña de recogida de firmas puerta a puerta. Logró más de 150, entre ellas las de muchos musulmanes conformes con que los cristianos tuvieran un lugar de culto, ya que no disponían de ninguno. De hecho, durante año y medio los católicos han celebrado los sacramentos en sus hogares.

La propia Lydia viajó desde Urgench a la capital, Taskent, para solicitar al superior de la «missio sui iuris» de Uzbekistán, el padre Krzystof Kukulca, el envío de un sacerdote a la región de Khorezm.

En Uzbekistán, el 76,5% de sus cerca de 25 millones de habitantes es musulmán. Los cristianos representan el 1,7%, de los que 40.000 son católicos. La Iglesia católica ha renacido recientemente con tres parroquias y tres misiones, provocando cierto interés entre la población local.