En una entrevista concedida a la agencia alemana «DPA», el purpurado asegura que no comparte las críticas de quienes consideran que, con el mantenimiento del celibato y el rechazo al sacerdocio femenino, este Papa se ha convertido en responsable de estancamiento en la Iglesia católica.
Según aclara, no se deben impulsar reformas a cualquier precio dentro de la Iglesia ni darle excesiva importancia a algunos temas concretos. Lo importante, subrayó, es concentrarse en el anuncio del Evangelio y en su defensa contra las tergiversaciones y los abusos.
«En esas tareas fundamentales no veo estancamiento alguno», asegura el cardenal Karl Lehmann.
En la entrevista el purpurado destaca el papel del Papa en el proceso que terminó con la caída del telón de acero.
«Al Papa no le gusta hablar de ello, pero es claro que con su defensa de los Derechos Humanos y la denuncia de las injusticias fortaleció la resistencia contra los regímenes comunistas», aclara.
Lehmann, que ha concedido la entrevista en el marco del vigesimoquinto aniversario de este pontificado, que se celebrará el 16 de octubre, confiesa que él ante todo ve al Papa como «un luchador por la paz, los Derechos Humanos y como un imperturbable testigo del Evangelio en todo el mundo».
Sobre las cualidades que deberá tener el sucesor de Juan Pablo II como Papa, el cardenal Lehmann dijo que por el momento él no piensa «tanto en ello como algunos creen», y recordó que las elecciones papales suelen tener habitualmente un resultado distinto al que se espera y que los pontífices también suelen tomar un curso distinto al que apuntan todos los pronósticos.