ROMA, 23 octubre 2003 (ZENIT.org).- El cardenal de Viena, al hacer un balance de estos 25 años de pontificado, confiesa que es imposible comprender la obra de Juan Pablo II sin tener en cuenta su intensa vida de oración.

En estos momentos de fragilidad física, constata, «se revela el misterio de la persona del Santo Padre , la fuente que constituye todo su obrar», afirmó el cardenal Christoph Shönborn O.P. al concluir la celebración eucarística en el Centro de la Santa Sede para la juventud «San Lorenzo» en Roma.

En estos veinticinco años, siguió constatando el purpurado austriaco, «la Iglesia ha extendido sus fronteras», haciendo que su presencia sea real y eficaz en todos los rincones de la aldea global.

«El Santo Padre con su ejemplo nos ha demostrado que, sin una vida interior intensa, no puede haber una verdadera plenitud en la realización
de cualquier obra o esfuerzo social en nuestra sociedad», constató en el marco de las celebraciones de la beatificación de la Madre Teresa de Calcuta.

«Existe hoy en día un renacer de lo espiritual, que el Santo Padre ha impulsado desde hace mucho antes con su testimonio de vida», afirmó. «El es un hombre de oración , de una vida espiritual profunda, que se percibe con su simple presencia y que impresiona incluso a personas de otras religiones», dijo el cardenal.

Con una visión profética, recalcó, Juan Pablo II ha impulsado «el entendimiento interreligioso, pues como ya ha demostrado en varios encuentros en Asis, el dialogo entre las diversas confesiones es, en nuestro mundo globalizado, el único camino hacia la paz».

Otro tema importante a destacar es el ecumenismo, consideró el cardenal Shönborn, «al que ha dedicado sin cesar todos los esfuerzos necesarios para lograr un camino rápido para la unidad de los cristianos . Los innumerables viajes a países como Rumania, Bulgaria, Grecia , Georgia y Armenia fueron de gran éxito abriendo un paso importante en las relaciones con la iglesia ortodoxa», afirma el arzobispo de Viena, arquidiócesis que en las últimas décadas ha sido puente entre cristianos de oriente y occidente.

Por lo que se refiere a la relación de la Iglesia con los medios de comunicación, no siempre fácil, respondió que «es fascinante constatar que en sus 25 años de trayectoria papal mantenga el interés de todos los medios.

«Creo que es un fenómeno muy raro en nuestros tiempos que el contacto con los medios se mantenga a este nivel ¿Por qué vienen a este aniversario tantos medios de comunicación de todo el mundo?». El purpurado reconoció que no es capaz de dar una respuesta a esta pregunta, pues «éste debería ser el trabajo de los mismos periodistas».