ROMA, 30 octubre 2003 (ZENIT.org).- Representantes judíos y cristianos volvieron a pedir este jueves en Roma que la tradición judeocristiana de Europa sea mencionada en el «Preámbulo» de la futura Constitución Europea.

La petición fue presentada en la Conferencia de los Ministros del Interior de la Unión Europea sobre el diálogo interreligioso que se celebró en Roma, en la que intervinieron los ministros del Interior de la UE y representantes de varias confesiones.

Entre los participantes en el encuentro, que serán recibidos en audiencia por el Papa este viernes, se encuentran líderes cristianos, judíos y musulmanes.

La vicepresidenta del Consejo Central de los Judíos de Alemania, Charlotte Knobloch, destacó la importancia de «la mención de dichas raíces y de Dios en la Constitución».

«La libertad religiosa es elemento fundamental en Europa, y debe ser una realidad en iglesias, mezquitas y sinagogas», dijo Knobloch, líder de la comunidad judía de Munich.

El presidente del Consejo francés de Culto Musulmán, Dalil Boubakeur, afirmó que el Islam es la segunda religión de Europa con 17 millones de practicantes, que «atraviesa un período difícil».

«Su imagen está marcada por el terrorismo, el fundamentalismo», subrayó el rector de la mezquita de París, denunciando la «politización de la religión».

El encuentro trata de comprender la manera en que el diálogo interreligioso puede ayudar a combatir el terrorismo y ser una respuesta a los desafíos que plantea la integración de los inmigrantes.

El ministro del Interior italiano Giuseppe Pisanu, en la inauguración del encuentro (su país detenta la presidencia semestral de la Unión) afirmó que la integración de los inmigrantes evitará el que queden expuestos a la influencia de grupos fundamentalistas, que en ocasiones recurren al terrorismo.

Entre las primeras conclusiones del encuentro, cabe señalar la redacción de una «Carta europea para el diálogo interreligioso» y un «Foro europeo para el diálogo interreligioso entre los gobiernos europeos y las religiones».

Las propuestas, explicó Pisanu, serán presentadas al Consejo de Ministros de Justicia y del Interior de la Unión Europea para que tengan un apoyo político que no puede otorgar el encuentro de Roma.