Los fieles acudieron de todos los rincones del Estado, cuya patrona es la Virgen, para celebrar una fiesta considerada como la «Navidad de Pará» por el espíritu de fraternidad y solidaridad que se respira.
La jornada comenzó con la Santa Misa presidida por el obispo de la prelatura de Cametá, monseñor Jesús Maria Cizaure.
Tras la Eucaristía, el arzobispo metropolitano de Belém, monseñor Vicente Zico, colocó la imagen de la Virgen en el carro que la trasladó durante más de seis horas de procesión.
La devoción a la Virgen de Nazaret en la región amazónica comenzó en el año 1700 y se concretó en la primera procesión del «Cirio» en Belém el 8 de septiembre de 1783. Cada año, la fiesta se celebra el segundo domingo de octubre.