«Hacemos un llamado al Señor Presidente de la República a que, desde su compromiso por la defensa de la institucionalidad del Estado y la democracia, sin descartar ninguna opción, viabilice soluciones urgentes, no autoritarias, evitando mayor derramamiento de sangre inocente», afirmó un documento de los obispos.
«La gravedad del momento exige decisiones basadas en el desprendimiento, poniendo en primer lugar la pacificación del país», afirmaban los prelados.
Las violentas protestas contra el gobierno boliviano se cobraron este martes a la víctima número 53, según fuentes de organizaciones de defensa de los derechos humanos.
La Paz ha estado prácticamente paralizada durante semanas por saqueos, escasez de alimentos y batallas entre los manifestantes y la policía, que el lunes dejaron 14 muertos durante una violenta jornada de marchas, bloqueos y represión.
