«Suscitan profunda preocupación las noticias que provienen de Bolivia, donde tiene lugar una grave crisis, con muertos y heridos», afirmó el Santo Padre al final de la audiencia general concedida este miércoles en la plaza de San Pedro del Vaticano.
«Deseo expresar mi solidaridad espiritual a quienes sufren, mientras invito a todos a rezar para que el Señor inspire a las partes en causa y privilegien el diálogo civil y busquen soluciones justas, en el respeto de la legalidad, a los problemas que afligen a la nación», concluyó el papa ante unos 16.000 peregrinos.
Las protestas, impulsadas por grupos indígenas y sindicales –campesinos y cocaleros–, comenzaron a causa de un proyecto para exportar gas a través de un puerto de Chile.