VALENCIA, 23 octubre 2003 (ZENIT.org-VERITAS).- Juan Pablo II ha dirigido un mensaje a los gitanos de Torrent (Valencia) en el que les invita a ser «apóstoles de la nueva evangelización, portadores de esperanza, amor al prójimo y respeto de la dignidad de la vida humana», informa Avan.
Durante el homenaje que los gitanos rindieron el pasado domingo al Santo Padre por los 25 años de su pontificado, se celebró también el 25 aniversario de la devoción a la Majarí Calí (Virgen Gitana).
Por eso, el Papa animaba a los gitanos en su Mensaje «a hacer de este feliz acontecimiento un momento propicio para renovar el compromiso evangélico en el seguimiento del Hijo de Dios» y pedía «a los numerosos devotos que veneran esa imagen de la celestial Madre», que difundan «el ejemplo de humildad y total apertura a Dios de Nuestra Señora».
Finalmente, el Papa exhorta a los gitanos a «contribuir con el ejemplo personal, la coherencia de vida y la colaboración en las diversas actividades del apostolado gitano a instaurar el reino de Cristo, único salvador».
El compromiso del Santo Padre con los gitanos de Torrent ha tenido gestos significativos como el donativo personal de medio millón de pesetas, que envió en 1998, para las obras de ampliación del colegio para niños gitanos Madre Petra del Vedat de Torrent, dirigido por la religiosa Gertrudis Rol.
El Colegio Madre Petra, fundado en 1970, fue creado especialmente para acoger a niños gitanos, aunque en la actualidad ofrece también talleres de inserción sociolaboral para jóvenes.
Para garantizar su supervivencia, el arzobispo de Valencia, monseñor Agustín García-Gasco, ha propuesto la creación de una fundación en la que colaborarían la Generalitat Valenciana, el Arzobispado y el Ayuntamiento de Torrent, junto con diversas entidades financieras.
Según monseñor García-Gasco, la fundación «permitiría continuar con la extraordinaria labor de promoción y educación integral de los gitanos que se realiza desde este centro escolar».
Según Madre Gertrudis, su directora, «la clave del éxito del colegio es la responsabilidad y la participación que tienen los propios padres gitanos en las bases y desarrollo de la labor educativa, que contrasta con el absentismo habitual en estas actividades».
