CIUDAD DEL VATICANO, 26 octubre 2003 (ZENIT.org).- Juan Pablo II dirigió este domingo una cordiales palabras a los latinoamericanos que viven en Roma en la celebración de la festividad del Señor de los Milagros.
En la plaza de San Pedro, a mediodía, se dieron cita para ver al Papa 4.000 fieles de la comunidad del Centro Latinoamericano «Entre nosotros» y de la Confraternidad del «Señor de los Milagros» de Roma, y se comprometieron a rezar de manera particular en este año por la salud del pontífice.
Los peregrinos imágenes del Señor de los Milagros, cuyo original fue realizado a mediados del siglo XVII por esclavos de color provenientes de Angola. En 1655, la zona donde estaba el Cristo crucificado fue golpeada por un terremoto, pero la imagen quedó intacta.
A partir de entonces, los fieles peruanos comenzaron a atribuirle poderes milagrosos y su festividad es una de las más importantes en el país.
Juan Pablo II, antes de despedirse de los miles de peregrinos que disfrutaron de un agradable sol, dijo en castellano: «Un saludo a los fieles latinoamericanos venidos hoy con la imagen del «Señor de los Milagros»: os bendigo de corazón animándoos a caminar siempre con Cristo».
Tras la bendición del pontífice, los peregrinos latinoamericanos se dirigieron a la Basílica de San Pedro para participar en la celebración eucarística presidida por el cardenal argentino Jorge María Mejía, bibliotecario de la Santa Romana Iglesia.
El Centro Latinoamericano «Entre nosotros» surgió hace quince años con el objetivo de ofrecer asistencia espiritual y humana a inmigrantes latinoamericanos en Roma, en particular peruanos (que son los más numerosos), así como chilenos, argentinos, colombianos, ecuatorianos y salvadoreños.
En el centro surgió después la Confraternidad del «Señor de los Milagros», que desde 1998 realiza una procesión con esa imagen de Cristo, por las calles de Roma, desde la Basílica de Santa María de los Ángeles hasta la Basílica de Santa María la Mayor.