El autor, que aparte de su trabajo como escritor desarrolla una importante labor humanitaria dijo que «Un autor de libros de éxito puede ser también un actor. Yo puedo ser un pequeño Hemingway, pero también un pequeño como la Madre Teresa de Calcuta».
«Sé que mi acción es una gota de agua en el océano de las necesidades, pero como decía Madre Teresa, el océano está lleno de gotas de agua», añadió.
Respecto a la santidad de Madre Teresa, Lapierre dijo que «era santa en mi corazón desde hace 25 años, pero me alegró ver a millones de personas celebrando su beatificación, porque era una persona universal con un mensaje universal».
A la pregunta que un periodista le hizo recordando la frase de la Madre Teresa en la que decía que la santidad era un deber de todos, Lapierre respondió que «la Madre Teresa tenía una fuerza extraordinaria porque veía a Cristo en cada leproso y niño abandonado, pero eso era gracias a su fe, tenía una fe tan grande, que podía verlos».
«Yo -confesó el escritor- no veo a Cristo en cada hombre, en mi compromiso con los desfavorecidos no existe esa dimensión de santidad, pero queremos como ella dar la posibilidad a muchos de trabajar y de morir con dignidad».
El autor presentaba en Madrid «Luna de miel alrededor del mundo» (Ediciones B), el segundo libro escrito por el escritor en su juventud, pero del que no había ninguna edición en español.
Lapierre se refirió a él como «un mensaje para los jóvenes que tienen todo y piden siempre más» y dijo que la aventura personal que relata el libro prueba que «es posible descubrir el mundo sin las facilidades que se tienen hoy, si se abren profundamente los ojos a la realidad», y que esto puede ser importante incluso «para oír también una llamada».
El autor habló también de la labor humanitaria que desarrolla a favor de los desfavorecidos en la India (apoyado por la «Fundación Ciudad de la Alegría», de origen español), a la que dedica la mitad de su tiempo y gran parte de sus ingresos por derechos de autor.