CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 9 octubre 2005 (ZENIT.org).- Como fruto del Sínodo de los obispos sobre la Eucaristía que se celebra en estos días en el Vaticano, Benedicto XVI se espera una Iglesia con un renovado compromiso misionero.
Al saludar a los peregrinos congregados este domingo en la plaza de San Pedro con motivo del Ángelus, el Papa pidió la oración de los más de mil millones de católicos del planeta por esta intención.
El Santo Padre confesó que esta asamblea, que reúne a 256 obispos de 118 países sobre «la Eucaristía en la vida y misión actuales de la Iglesia», constituye su actividad prioritaria en estos días.
«He presidido las reuniones de la primera semana y también, en las dos que vendrán, el Sínodo se convertirá en mi principal compromiso», reconoció.
«Os pido que sigáis rezando por el Sínodo para que pueda dar los frutos esperados», añadió.
La asamblea concluirá el 23 de octubre, Domingo Mundial de las Misiones (DOMUND). Esta coincidencia le llevó a proponer que el Sínodo renueve en «toda comunidad eclesial» «su propio compromiso misionero».
Recordando la carta apostólica de Juan Pablo II «Mane nobiscum Domine» («Quédate con nosotros, Señor»), Benedicto XVI indicó que «el encuentro con Cristo, profundizado continuamente en la intimidad eucarística, suscita en la Iglesia y en cada cristiano la exigencia de evangelizar y dar testimonio».
Quien participa en la misa, aseguró, debe «llevar a todos los Buena Noticia recibida y animar con ella a la sociedad».
El pontífice puso esta intención en manos de María y de san Daniele Comboni, el fundador de los Misioneros Combonianos, que será recordado este lunes por la liturgia.
«Que él, insigne evangelizador y protector del continente africano, ayude a la Iglesia en nuestro tiempo a responder con fe y valentía al mandato del Señor resucitado, que la invita a anunciar a todos los pueblos el amor de Dios», concluyó.
