«Fueron detenidos y alejados los cristianos protestantes y católicos, así como disidentes y campesinos por temor a que pudieran encontrarse con el presidente norteamericano», explica la agencia del Pontificio Instituto Misiones Extranjeras (PIME).
«China todavía tiene miedo de la libertad religiosa», ha explicado un obispo de la Iglesia clandestina al constatar que los medios de comunicación chinos no han hablado de la visita del presidente a la iglesia protestante de Gangwashi este domingo.
Tras salir del templo con su esposa Laura, en declaraciones a la prensa, el presidente declaró que espera que «el gobierno chino deje de tener miedo de los cristianos que se reúnen abiertamente para el culto. Una sociedad sana da la bienvenida a todos los credos».
Más tarde, en una rueda de prensa junto al presidente Hu Jintao, Bush dijo: «Es importante que en china crezcan las libertades sociales, políticas y religiosas. Alentamos a China a seguir realizando una histórica transición hacia una libertad más grande».
La agencia china «Xinhua» sólo mencionó la visita del presidente al templo en su edición inglesa, mientras que la omitió en su versión china. En ninguna edición citó su declaración sobre la libertad religiosa y los derechos humanos.
Según informa «AsiaNews», «ante el temor de que la visita de Bush fuera utilizada como caja de resonancia para enviar al mundo mensajes y peticiones, el gobierno chino arrestó al obispo Giulio Jia Zhiguo y a algunos sacerdotes».
«Algunos pastores protestantes clandestinos, como Hua Huiqi y Zhang Mingxuan, también fueron transferidos por la fuerza a Sichuan y a Henan, a miles de kilómetros de Pekín –revela la agencia–. Los dos pastores son famosos campeones de la defensa de la libertad religiosa y de los derechos humanos y la democracia. Zhang Xingshui, abogado comprometido en la defensa de prisioneros cristianos, fue llevado a Tianjin (a 150 kilómetros de Pekín) dos días antes de que Bush llegara a la capital».
Antes de la visita de Bush, el gobierno había sometido a arresto domiciliario a al menos 20 disidentes favorables a la democracia.