CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 9 enero 2006 (ZENIT.org).- El peligro del choque de civilizaciones, que a causa del terrorismo se hace más agudo, puede evitarse con el conocimiento entre culturas, asegura Benedicto XVI.

Así lo expuso este lunes en el discurso que dirigió al Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede.

Al hacer un balance del contexto mundial actual, el obispo de Roma reconoció que «se ha vislumbrado el peligro de un choque de civilizaciones» y añadió que «el peligro se hace más agudo por el terrorismo organizado, que se extiende ya a escala mundial».

«Sus causas son numerosas y complejas, además de las ideológicas y políticas, unidas a aberrantes concepciones religiosas», ilustró.

El terrorismo, denunció, «no duda en atacar a personas inermes, sin ninguna distinción, o en imponer chantajes inhumanos, provocando el pánico en poblaciones enteras, para obligar a los responsables políticos a favorecer los planes de los terroristas mismos».

«Ninguna circunstancia puede justificar esta actividad criminal, que llena de infamia a quien la realiza y que es mucho más deplorable cuando se apoya en una religión, rebajando así la pura verdad de Dios a la medida de la propia ceguera y perversión moral», subrayó.

Ante este contexto abogó a favor del «compromiso por la verdad por parte de las diplomacias, sea a nivel bilateral como plurilateral» «para que las innegables diversidades que caracterizan a pueblos de diferentes partes del mundo y sus culturas puedan recomponerse no sólo en una coexistencia tolerante, sino en un más alto y más rico proyecto de humanidad».

«En siglos pasados los intercambios culturales entre judaísmo y helenismo, entre mundo romano, mundo germánico y mundo eslavo, como también entre mundo árabe y mundo europeo, han enriquecido la cultura y favorecido las ciencias y las civilizaciones».

«Así hoy debería darse de nuevo y en mayor medida, existiendo de hecho unas posibilidades de intercambio y de recíproca comprensión mucho más favorables».

Por este motivo, el pontífice exigió eliminar «todo obstáculo para el acceso a la información por medio de la prensa y de los modernos medios informáticos» y sugirió intensificar «los intercambios de profesores y de estudiantes entre las disciplinas humanísticas de las universidades de las diversas regiones culturales».