Comienza en Roma la peregrinación de las reliquias de don Bosco

En las catacumbas de San Calixto

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ROMA, viernes, 5 junio 2009 (ZENIT.org).- Las reliquias de San Juan Bosco comenzaron a peregrinar por los cinco continentes como inicio de la celebración del segundo centenario de su nacimiento en 1815.

Según informa «Radio Vaticano», esta peregrinación comenzó este jueves en las catacumbas de San Calixto, ubicadas en la Vía Apia antica de Roma.

Las catacumbas tuvieron su origen en el siglo II con el fin de dar una sepultura digna a los primeros cristianos. Allí se encuentran algunas riquezas históricas como la cripta de los papas, el cubículo de los mártires entre muchas otras. Desde 1930 son custodiadas por los sacerdotes salesianos, comunidad fundada por Don Bosco.

El santo visitó en diversas ocasiones este lugar emblemático a nivel religioso, histórico y arqueológico, que le recordaba siempre la valentía y la caridad con la que vivían los primeros cristianos.

Durante esta semana, se han realizado varios eventos que van desde celebraciones religiosas, hasta encuentros espirituales y culturales en torno a la figura de este santo que plasmó en su vida y obras el carisma de la evangelización a los jóvenes.

Ante las reliquias del santo, nacido en Piemonte, norte de Italia, han celebrado misa esta semana algunos obispos y cardenales, entre ellos el arzobispo Gianfranco Ravasi, presidente del Pontificio Consejo para la Cultura y el secretario de estado vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone.

Durante su homilía el cardenal Bertone destacó algunas de las virtudes de Don Bosco a quien llamó «un hombre de acción», como la dedicación a los jóvenes, especialmente a los más abandonados y amenazados, la manera como vivía la caridad entre sus compañeros.

El purpurado resaltó también la labor de la orden salesiana y cómo se esmeraba por destacar los aspectos positivos de cada uno de los jóvenes escuchando sus necesidades y compartiendo también sus dificultades.

Así mismo recordó cómo Don Bosco comprendió que la labor dedicada a los jóvenes es la mejor inversión en la sociedad, en la Iglesia y en el mundo.

El cardenal se refirió a los frutos que ha dado la obra evangelizadora del santo italiano, reflejada en institutos, escuelas, centros profesionales y de carácter educativo. «El espíritu de Don Bosco se ha encarnado en millares de sus hijos e hijas que han decidido continuar ocupándose de los más pequeños, a través de diversas ramas de la familia salesiana», dijo.

En este contexto también subrayó la labor que llevan a cabo los salesianos, custodios de las Catacumbas, para responder a las expectativas de millares de visitantes y peregrinos que acuden cada año para conocer el aspecto, no sólo religioso, sino arqueológico e histórico del sitio.

El cardenal concluyó la homilía hablando del motivo de su visita a las catacumbas: «Para confirmar la dedicación y el sacrificio de todos aquellos que a lo largo de los años han pasado por allí, para renovar en todos, jóvenes y ancianos, el entusiasmo juvenil, para animar el compromiso incansable por la educación de los jóvenes y para impulsarnos cada vez más a ocuparnos de la sociedad de hoy».

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ZENIT Staff

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