provoca esta crisis de confianza en sus capacidades. ¿Qué religión, aparte del cristianismo es capaz de socorrerla y guiarla?. Es importante que el político católico revise estos aspectos, porque de otra manera cederá al relativismo político y religioso. Si lo hace, descubrirá la importancia del cristianismo para la razón política y por tanto para la vida pública ,y sin discriminar a nadie y respetando la laicidad de la política, que está al servicio de todos, abrirá espacios a la religión cristiana, dialogará provechosamente con ella, considerándola un interlocutor privilegiado para poder conseguir el bien común y servir al hombre. Este sabe que cuando la razón política se resquebraja puede llegar en su ayuda, la religión.
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*Monseñor Giampaolo Crepaldi es arzobispo de Trieste, Presidente de la Comisión “Caritas in veritate” del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE) y Presidente del Observatorio Internacional “Cardenal Van Thuan” sobre la Doctrina Social de la Iglesia.