El Obispo de la Diócesis de Jinotega ha lanzado un fuerte llamamiento a la paz y al diálogo después de la violencia de los últimos días entre los miembros del Ejército de Nicaragua y de los grupos armados no identificados, que se han enfrentado en las comunidades rurales de los municipios de Pantasma y Wiwilí.
En los enfrentamientos han muerto siete civiles y un militar. Según fuentes del Ejército, estos delincuentes parecen estar liderados por un famoso criminal.
En un comunicado enviado a la Agencia Fides desde la Conferencia Episcopal de Nicaragua, firmado por el Obispo de Jinotega, Su Exc. Mons. Carlos Enrique Herrera, OFM, la Iglesia Católica advierte sobre los “re-armados” que “las armas no son el instrumento eficaz para hacer valer los derechos”.
Por lo tanto, Mons. Herrera llama al diálogo y pide al Ejército que actúe siempre “respetando los derechos humanos de la población civil”, ya que estos “no tienen culpa de que anden personas armadas por sus barrios”. “Se debe buscar siempre el diálogo” concluye el comunicado, “porque, al final, la gente pobre del campo es la que sufre esta situación, llevándoles a una inestabilidad social y un sentimiento de persecución”.
La información recabada por la Agencia Fides muestra que la población vive con miedo por la falta de seguridad en las zonas rurales. Según las autoridades civiles, estos grupos se han “re-armado” contra el gobierno de Daniel Ortega; según el jefe del Ejército, el general Julio César Avilés, estos grupos armados están formados por delincuentes que se dedican al robo de ganado, el secuestro de persona y la extorsión.