HONG KONG, 22 octubre 2003 (ZENIT.org–Fides).- La conciencia de la urgencia de la responsabilidad misionera contraída ha movido a la Iglesia en Hong Kong a lanzar el Año de la Evangelización.
El pasado domingo, Jornada Mundial de las Misiones, monseñor Joseph Zen Ze-kiun, obispo de Hong Kong, marcó la apertura de este Año Diocesano de la Evangelización con una Carta Pastoral titulada «Anunciar el Evangelio: la alegría por excelencia».
La iniciativa fue anunciada durante la solemne celebración de la Jornada Misionera, que tuvo lugar en el estadio de la ciudad ante 20.000 personas.
En su misiva, el prelado solicita el compromiso de los fieles de Hong Kong en la evangelización, pues en los últimos años, las necesidades misioneras han aumentado y la diócesis pide una fuerte responsabilidad y un mayor compromiso de los fieles para afrontar los nuevos desafíos de la evangelización y para difundir el amor de Cristo.
«El Santo Padre nos ha dado un valioso regalo en esta Jornada Misionera Mundial –dice monseñor Zen en su carta–. Algunos excelentes ejemplos del espíritu misionero –dos fundadores de institutos misioneros y un sacerdote que realizó su misión en China– han sido proclamados santos por la Iglesia. Y el Papa ha beatificado a la fundadora de las Misioneras de la Caridad, la Madre Teresa».
«Este año –continúa– ha salido también el primer misionero de nuestra diócesis. Participa en la misión en Tanzania en nombre de todos».
«Cada vez que admiro nuestra ciudad desde la cima del monte, o cuando veo las luces de la ciudad desde el balcón del Centro diocesano, me surge espontáneamente preguntar a Dios: “Señor, me has confiado una familia muy grande, ¿qué debo hacer?”», comparte con sus fieles.
«Me parece sentir la voz del Señor que me dice: “Joseph, ¿me amas? ¡Apacienta mis ovejas!”. Hermanos y hermanas ¿no oís también vosotros esta llamada?”», pregunta el prelado.