La Iglesia da un nuevo impulso al diálogo interreligioso

Entrevista con el consejero del Papa para Oriente Medio

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NICOSIA, domingo 6 de junio de 2010 (ZENIT.org).- Cuando el Papa Benedicto XVI presentó hoy el Instrumentum Laboris a la Asamblea Extraordinaria del Sínodo de los obispos para Oriente Medio, en el Palacio de los Deportes Elefteria de Nicosia, estuvo presente también el sacerdote jesuita Samir Khalil Samir.

El teólogo egipcio, filósofo y experto en el Islam desempeña su labor tanto en Roma como en Beirut. Ofrece su enseñanza sobre el cristianismo a los imanes y presenta el Islam a los teólogos cristianos. Junto a la Fundación vienesa Pro Oriente ha colaborado de forma determinante en la redacción de los Lineamenta preparatorios de ese sínodo  y del Instrumentum Laboris (Documento de trabajo).

En esta entrevista a ZENIT, el profesor ilustró el origen de los documentos, sus importantes contenidos y las ulteriores posibilidades de desarrollo. Según el padre Samir, las Iglesias ortodoxas de Oriente prestarán una atención particular al Sínodo del próximo octubre, cuando se encontrarán en Roma numerosos obispos y patriarcas católicos.

-Usted ha acompañado al Papa Benedicto XVI en Chipre, con ocasión de la presentación del Instrumentum Laboris” para el Sínodo sobre Oriente Medio, que se celebrará el próximo octubre. Usted ha participado activamente en su preparación. ¿Cómo se ha llegado a su redacción final?

Padre Samir: En diciembre enviamos los Lineamenta a todos los Patriarcas, que a su vez los hicieron llegar a los obispos. A finales de enero, principios de febrero, comenzaron a mantener reuniones en las diversas diócesis y parroquias, en las que se encontraron laicos, sacerdotes, consagrados, catequistas, para discutir sobre los 30 puntos de los Lineamenta. Con ello se puso en marcha un proceso de reflexión.

A finales de marzo llegaron los comentarios escritos, procedentes de las reuniones o de personas individuales, con un total de 100 escritos en cuatro idiomas. Todo este material ha sido la base del documento, que subrayaba aspectos ya presentes en los Lineamenta pero que habían sido desarrollados ulteriormente. A continuación, el 23 y 24 de abril se encontraron en Roma los siete patriarcas y los dos obispos (procedentes de Irán y de Turquía) y discutieron y elaboraron en tres grupos las tres partes del documento. Yo estuve presente.

Al final surgió un nuevo texto, o sea, el Instrumentum Laboris. Hemos tenido que trabajar de prisa, casi demasiado deprisa, a causa d la fecha de entrega prevista para el viaje a Chipre del Santo Padre. La gente responde lentamente a las peticiones y por ello no hemos sido capaces de englobar todas las reacciones inteligentes e interesantes. Con todo, el texto es bueno. Y además, el verdadero y propio Sínodo tendrá lugar en octubre, y por tanto no está dicha la última palabra.

-¿Qué sucederá después?

Padre Samir: En el Sínodo, que durará dos semanas, se expresarán todas las opiniones. Sólo a continuación una Comisión redactará un primer boceto para la Exhortatio apostolica del Papa. Creo que surgirán algunos puntos que aún no han sido formulados.

-¿Cuáles son los problemas centrales ya nombrados de los cristianos en Oriente Medio?

Padre Samir: El problema principal es la emigración. Si no cambia nada, en un siglo o dos ya casi no habrá cristianos en Oriente Medio, como mucho habrá en Egipto. Es un fenómeno que hemos observado en el último siglo ya en Turquía y en Irán.

Entre los demás problemas que causan la emigración está el constante clima de guerra en Oriente Medio, que dura ya 60 años. Las consecuencias para los cristianos son muy duras, en cuanto que son una minoría y la situación no depende de ellos. Con todo los cristianos son más libres, porque en su caso no se superponen religión y política. Por ello creo que éstos tienen seguramente en la región una misión de paz.

Los cristianos sufren también por la falta de libertad de fe y de conciencia y por la grave situación de los derechos humanos, además de por el clima de violencia producido por el islamismo en muchos países de Oriente Medio.

-El teólogo ortodoxo libanés Assaad Elias Kattan de Münster, dijo durante una manifestación Pro Oriente con ocasión del Kirchentag, en la cual usted estaba presente, que “todo lo que la Iglesia católica hace en Oriente Medio y en el mundo entero, tiene repercusiones también sobre las demás Iglesias”. Esta afirmación se refería a las expectativas ortodoxas respecto al Sínodo católico sobre Oriente Medio. ¿Es una valoración correcta?

Padre Samir: Una vez estuve en Beirut en una reunión con algunos profesores de Teología ortodoxos, y uno de ellos dijo que lo que la Iglesia católica hace es esencial para los ortodoxos, subrayando esta afirmación de una manera mucho más precisa que el profesor Kattan. Al principio estaba maravillado de cuanto estaba declarando ante otros teólogos ortodoxos, pero creo que puedo explicarlo. Desde hace casi cincuenta años, las Iglesias ortodoxas intentan reunirse en un Sínodo panortodoxo, sin conseguirlo. No tienen un lenguaje común. Desde el punto de vista teológico están unidos, pero cuando se trata de situaciones prácticas, cada uno tiene su propia línea. Cada uno depende en un cierto sentido de la política. Un papel importante tienen también, además de los problemas políticos, las cuestiones nacionales y étnicas. También la aspiración a la hegemonía hace difícil encontrar una visión común.

En cambio la Iglesia católica está organizada de modo eficiente y forma una unidad a través del Papa. Ya el Concilio Vaticano II fue de gran ayuda para las Iglesias ortodoxas, en la búsqueda de nuevos impulsos. Además, la Iglesia católica está muy cercana a las vicisitudes del mundo, está anclada firmemente en el diálogo sobre los problemas actuales – como las cuestiones de ética, bioética, economía y seguridad política – sobre los problemas de la paz, de la violación de los derechos humanos, de la emigración y de la secularización. Esto depende, en parte, del hecho de que ésta está aún firmemente arraigada en Occidente, y en parte del hecho de que en América latina, en Asia y en África, los católicos son aún más numerosos. Todos estos temas vienen filtrados y examinados a través de la Iglesia católica, del Papa o de las Iglesias locales, y se intenta encontrar una respuesta al Evangelio.

La Iglesia católica, incluso desde el punto de vista sociológico, es muy universal. Ésta dialoga con muchas confesiones y religiones, en particular con el islam y los judíos. Por motivos políticos y sociológicos esto es muy difícil para las Iglesias ortodoxas y orientales en Oriente Medio. Además respecto a las confesiones protestantes no existe en la práctica ninguna relación. En Oriente, los ortodoxos, así como las Iglesias orientales católicas unidas, agradecen a Dios por el hecho de que la Iglesia católica permite a todos tomar parte en sus iniciativas.

-¿Por qué motivo se ha presentado precisamente en Chipre el Instrumentum Laboris del próximo Sínodo de Oriente Medio?

Padre Samir: El Papa había proyectado ya un viaje a Chipre, que no está lejos de la región y que representa una ocasión óptima para encontrarse con los patriarcas. Han participado siete patriarcas católicos: del Líbano, el siro-católico, el melquita, el patriarca greco-católico, el armenio y el maronita; y además, respectivamente de Iraq, Tierra Santa, Jerusalén y Egipto, el caldeo, el latino y el copto. Ha estado presente también el arzobispo caldeo de Teherán, monseñor Ramzi Garmou.

Por Michaela Koller

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ZENIT Staff

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