CIUDAD DEL VATICANO martes, 4 octubre 2005 (ZENIT.org).- El «arte de la celebración» («ars celebrandi») de la Eucaristía y sus aspectos concretos, como el de la comunión en la mano, son temas que están acaparando el interés de los participantes en el Sínodo.
La cuestión de la comunión en la mano fue planteada por un obispo de Lituania, que se manifestó más bien en contra, pidiendo que siempre se hiciera en la boca.
Más tarde, afrontó la cuestión el cardenal Francis Arinze, prefecto de la Congregación para el Culto y la Disciplina de los Sacramentos, quien explicó los argumentos a favor y en contra de esta práctica.
Ahora bien, el purpurado nigeriano mencionó las dificultades que pueden surgir de la administración de la comunión en la mano, que permite el que una persona pueda llevarse la comunión sin comulgar.
Isidro Catela, informador en español del Sínodo de los Obispos, explicó a los periodistas que se dio el caso de una persona que se guardó una hostia consagrada por Juan Pablo II y la vendió en una conocida empresa de subastas en Internet.
En ocasiones también se han utilizado hostias para ritos satánicos.
Por este motivo, el cardenal Arinze pidió a los sacerdotes que, cuando den la comunión en la mano, presten particular atención para que quien comulga no pueda perseguir otros fines.
Por último, aclaró que es una decisión que depende de las conferencias episcopales de cada país.
Catela informó que los padres sinodales quieren subrayar la necesaria dignificación del rito eucarístico y algunos constataron que la ausencia de fieles en algunas misas dominicales se debe al «descuido en el «ars celebrandi»».
Algunos padres sinodales preguntaron en los seminarios se está dando una «adecuada formación» en oratoria, estética y en la comprensión del significado del rito eucarístico.
Sobre los medios de comunicación y la transmisión de la Eucaristía por televisión, dos padres sinodales y también el arzobispo John P. Foley, presidente del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, observaron que es deseable que se trate de «transmisiones que sean modelo y no motivo de mayor preocupación del creyente o de despiste».