MADRID, 1 octubre 2003 (ZENIT.org-VERITAS).- Los iniciadores del Camino Neocatecumenal, Kiko Argüello y Carmen Hernández, ofrecieron su testimonio en el acto inaugural del curso académico del Instituto de Teología Espiritual de Barcelona, celebrado el lunes por la tarde en el Aula Magna del Seminario Conciliar.
Con el objetivo de mostrar el significado del Camino Neocatecumental, Kiko explicó su conversión y algunos de los acontecimientos que han marcado la historia de esta realidad eclesial, con la que, según su fundador, se pretende responder a la crisis espiritual actual con la Nueva Evangelización.
«Ante el enorme cambio social de los últimos años, hacer realidad los principios del Concilio Vaticano II es de vida o muerte para la Iglesia», exhortó con fuerza a las más de trescientas personas que llenaban la sala, entre ellas el arzobispo de Barcelona, el cardenal Ricard María Carles, el obispo auxiliar de la diócesis Joan Carrera, el obispo de Vic Romà Casanova y un gran número de miembros del Camino.
Destacó que, hoy en día, la Iglesia no puede responder de la misma manera que en épocas anteriores sino que debe adaptarse a las realidades actuales. También indicó la importancia de que los cristianos vivan la voluntad de Dios: «Quien se ha entregado a Cristo no puede vivir para sí mismo –señaló–. Un cristiano tiene vida eterna y eso hay que demostrarlo perdonando y amando, actitudes que aparecen como fruto de la gracia».
Kiko se refirió al carisma de las comunidades neocatecumenales explicando que la novedad de sus estatutos, recientemente aprobados por la Santa Sede, se encuentra en que toman al obispo como centro de las comunidades: «Han aceptado que no seamos congregación ni asociación porque queremos que el centro sea el obispo de cada diócesis donde vivimos».
También marca a las comunidades neocatecumenales, según Kiko, la similitud con las primeras comunidades cristianas: «Antes no había templos, había comunidades. Y los cristianos debían pasar por un proceso formativo serio».
Algunas palabras del discurso de Kiko Argüello las dirigió más directamente a los miembros de Camino Neocatecumenal presentes en el acto de inauguración: «Dios está preparando con vosotros un pueblo para evangelizar Barcelona».
Pero Kiko aprovechó también para remarcar los hechos que considera frutos de la acción del Espíritu Santo en las comunidades y esperanza de cambio para la sociedad: «¡Barcelona está llena de muertos! –exclamó—. Hay familias rotas. En otro lugar donde ahora estamos evangelizando, Holanda, se permite la eutanasia, el aborto, el consumo de drogas…».
Y continuó: «Trescientos de nuestros jóvenes se preparan para entrar al Seminario y setenta mil de ellos viajaron hasta París para ver al Papa. No soy yo: es el Concilio».