MADRID, 16 octubre 2003 (ZENIT.org-VERITAS).- El Congreso de los Diputados aprobó este jueves el dictamen de la reforma de la ley de reproducción asistida con los votos del PP y Coalición Canaria, y sin admitir las enmiendas de los partidos de la oposición, que pedían eliminar la prohibición de destinar a la investigación embriones sobrantes y de limitar
a tres el número de óvulos fecundados por ciclo.
De los 281 parlamentarios presentes en el hemiciclo de la Carrera de San Jerónimo –faltaron 70–, 164 de votó a favor del proyecto. El Partido Popular impuso la disciplina de partido para votar por la ley, que tendrá que ser ratificada en el Senado, y sólo el diputado por Huesca Ángel Pintado votó contra el proyecto, algo que el portavoz del PP tildó de «anecdótico».
El resto de partidos se abstuvieron, salvo el diputado Manuel Silva, de Unió, que votó en contra.
Con la aprobación de esta ley se decide el futuro de los 200.000 embriones criogenizados que se almacenan en nuestro país.
Los obispos españoles ya emitieron una nota a finales de julio, titulada «Una reforma para mejor, pero muy insuficiente», en la que se contemplaba la futura ley como más benigna que la de 1988 (que, por ejemplo, no ponía límite al número de embriones que se podían implantar) pero que no satisfacía plenamente las demandas de la doctrina social de la Iglesia.
En aquella ocasión, el secretario de la Subcomisión para la Familia y la Defensa de la Vida de la Conferencia Episcopal, Inocente García de Andrés, declaró que «la doctrina de la Iglesia en este campo es clara: se admite la investigación con embriones sólo si lo que se pretende es salvar su vida, no si van utilizarse en beneficio de terceros comportando la destrucción de esa vida humana».