MONROVIA, 24 octubre 2003 (ZENIT.org).- Tras año de guerra civil, Liberia «parece querer pasar página, pero las personas no cambian», denunció a Fides el padre Mauro Armanino, superior provincial de la Sociedad de las Misiones Africanas, comentando el nombramiento de George Dweh como presidente del Parlamento nacional de transición.
Dweh es uno de los líderes más importantes del LURD (Liberianos Unidos por la Reconciliación y la Democracia), la principal formación guerrillera que luchó contra el ex presidente Charles Taylor, exiliado desde el pasado agosto en Nigeria.
«En las nuevas instituciones creadas después de que Taylor dejase el poder, se están situando algunos de los responsables de haber lanzado Liberia al caos», advierte el sacerdote.
«Tanto los jefes de la guerrilla como los hombres de Taylor se están repartiendo los puestos de mando. Hasta el momento, continúa la impunidad por los crímenes cometidos», afirma.
Para el misionero, «los distintos contendientes de la guerra civil liberiana, Taylor con su séquito y los dos grupos de la guerrilla –el LURD y el MODEL (Movimiento Democrático de Liberia)–, son especuladores y se justifican el uno al otro: las rivalidades étnicas que se presentan como causa del conflicto esconden una lucha brutal por la conquista del poder».
Actualmente, «a causa de la guerra civil, Liberia depende completamente de entidades internacionales. La economía está bloqueada, los únicos empleos son los ofrecidos por las organizaciones humanitarias. Ha comenzado la exportación de madera a través del puerto, pero los cargamentos son sometidos a restricciones por parte del MODEL».
La elección de Dweh tuvo lugar después del nombramiento del Gyude Bryant como presidente del nuevo gobierno provisional que deberá preparar las nuevas elecciones previstas para el 2005.
Algunos activistas de derechos humanos han expresado su preocupación por la elección de Dweh, acusándole de estar implicado en las atrocidades de la guerra civil.